sábado, 7 de diciembre de 2019

Primera Montaña


Mucho  se  ha  hablado  del  camino  iniciático.  Ahora  me  permito  explicar  más detalladamente, el camino hacia la Liberación.

Tenemos que empezar a elaborar nuestras propias energías. Sabemos que el ser humano es una máquina que tiene siete centros: dos superiores y cinco inferiores. Estos cinco centros no trabajan con su propio hidrógeno, por lo cual la máquina humana anda mal, trabaja muy mal.

Sabemos muy bien que de estos cinco centros inferiores, los cuatro primeros roban la energía del quinto, que es el centro sexual. Por eso nadie puede llegar a la castidad si no organiza primeramente su máquina humana; que estos centros o cilindros trabajen debidamente, cada uno con su propia energía. Así podremos fabricar el hidrógeno 12, que es el del centro sexual.



Mientras no hagamos este trabajo es perder tiempo, porque siempre la parte sexual estará desequilibrada, lo mismo que los otros centros. El hidrógeno 12 es el hidrógeno del sexo, con que trabaja el sexo normalmente, y el Si-12 es ya cuando se transmuta por medio de la castidad científica


Por medio de la muerte de aquellos elementos psíquicos diminutos, que se manifiestan a cada instante, a cada momento en uno, ya sea de lujuria, de orgullo, de venganza, de odio, de robo, en fin, todos estos detalles son los que roban y desequilibran la energía sexual y no le permiten a la persona llegar a la castidad, puesto que no está trabajando con su energía cada centro.


El uno roba al uno, el otro roba al otro, todos roban al centro sexual y a la vez el centro sexual, para poder funcionar, roba también la energía a los otros centros, donde se desequilibra totalmente la máquina humana. Un cruce de hidrógenos que no lo Lleva a un equilibrio, sino que sigue alimentando a estos elementos psíquicos, sin esperanza de Llegar al camino de la iniciación.

Así es como está funcionando todo el estudiantado gnóstico actualmente, sin excepción, porque nadie ha hecho este trabajo como lo estoy indicando aquí.


Quien quiera llegar a equilibrar su máquina humana, debe empezar a ir eliminando cuanto detalle se manifieste, por diminuto que sea, pidiéndole a su Madre Divina la eliminación.  Así  es  que  vamos  equilibrando  la  máquina  humana,  para  lograr verdaderamente nuestro fin, que es el camino iniciático.


Durante el día están manifestándose todos estos elementos psíquicos, que son los que alimentan al Ego. Con este tipo de muerte va clasificando la energía para cada centro, hasta que quedan normalmente trabajando y podemos entonces elaborar el Si-12 por

medio de la transmutación, que es el que nos permite entrar por el camino iniciático, despertar el fuego sagrado y empezar a ascender por la primera montaña.


Cuando se empieza a trabajar con la muerte, tal como lo he enseñado y lo explico, vienen los cambios de la energía en el discípulo. Uno empieza con el mercurio negro, segundo el blanco, tercero el amarillo y cuarto el rojo. El rojo ya es el fuego sagrado. Despierta y empieza a ascender por la médula espinal.


Este es el principio del trabajo que tenemos que realizar. No hay otro camino para empezar la primera montaña o el trabajo esotérico. Pueden buscar por donde quieran, si no se empieza por ahí no ha empezado el trabajo. Aquí mueren las teorías y los hechos son los que sacan adelante al discípulo.

De modo, pues, que aquí son hechos y no palabras. Los discursos son muy bonitos pero con los discursos nadie sale de donde está. Con paciencia se consigue todo lo que uno quiera y es lógico que el camino es difícil pero no imposible.

El V. M. Samael habló de todo esto, nos enseñó, luchó, pero nadie ha querido llegar a la práctica, a obedecer lo que el Maestro Samael nos indicó en todas sus obras, sino que lo convirtieron en puras teorías, discusiones, que aquel sabe más que el otro y así sucesivamente. Se convirtieron en un poco de loros, hablando de lo que no conocen.




Las pruebas para entrar a la iniciación

Entre las pruebas a que es sometido el discípulo, está primeramente la prueba del Guardián, donde tiene que enfrentarse ante su propia bestia que ha creado a través de los siglos. Segundo, las cuatro pruebas: Fuego, Aire, Agua y Tierra. En su debido orden, es sometido el aspirante.

Advierto que la prueba del Guardián a que hago mención, se la tiran a uno por primera vez; si no la pasa, por segunda, por tercera y en la cuarta ya se va el aspirante, si no la ha pasado.


Las pruebas de los cuatro elementos se las repiten al estudiante muchísimas veces. No importa que las haya pasado, siempre se las siguen tirando porque con estas pruebas da la nota, cómo marcha aquí en el físico. Pero bien, eso no es todo.

Después de esas cuatro o cinco pruebas, sigue la serie de pruebas que se le vienen a uno encima, probándole el orgullo, la vanidad, la lujuria, el odio, etc. En fin, toda una serie de pruebas pero éste es un proceso largo, no es de uno o dos días y que si ya le tiraron una prueba, no se la vuelven a tirar; no señor, se la vuelven a tirar.

Esta es una disciplina continua que tiene que darse el estudiante diariamente, para poder salir bien en esas pruebas que por lo regular son peque   ísimas, que son más difíciles

para pasar: el sentimentalismo, el apego a los bienes materiales, a la familia, etc. En esto tiene que pulirse, haber comprendido muy a fondo para poder salir bien en lo interno; de lo contrario pierde todo y ahí se puede estancar hasta nueva orden, hasta que corrija.



El ascenso por la primera montaña

Cuando trabaja uno con el hidrógeno Si-12, despertó su fuego sagrado, empezó a ascender la primera montaña, ya es aceptado como discípulo. Recuerde, querido lector, que la primera montaña son las iniciaciones de Fuego, donde de acuerdo con el trabajo psicológico que vaya haciendo el discípulo, va ascendiendo el fuego sagrado con más rapidez.

De modo, pues, que esto tiene que llevar equilibrio entre la muerte y el nacimiento, si es que quiere verdaderamente avanzar por el camino, porque esta energía, el fuego sagrado, asciende es de acuerdo con los méritos del corazón. Un egoísta demora muchísimo tiempo, el triple de veces para ascender el fuego, puesto que es una persona que no quiere sino todo para ella y no enseñar a los demás. O sea, que no le importa la humanidad y es lo principal que debe tener un iniciado: tener en cuenta que si él quiere salvarse, debe bregar a salvar a los demás para que no fracasen. Eso se llama Amor.


En la primera vértebra que se gana recibe la espada: una espadita pequeña, cacha blanca, que de una vez tiene que ponérsela en el cinto porque la Logia Negra se le viene encima, a bregarle a quitar esa vértebra que se ganó y con esa espada tiene que defender su trabajo, porque le ha costado. Las magas negras le llueven por montones, ya física, ya internamente, para bregarle a robar el fuego que se ganó.

Y a medida que va subiendo el fuego va alargando la espada, hasta que encarna a su Intimo, que ya viene a ser la espada flamígera; la espada de mágicos poderes, que tiene poder sobre la Naturaleza.

Cuando uno encarna al Íntimo lo coge la Ley del Siete, sea que el Íntimo cada 7 años se va manifestando con más fuerza, más sabiduría, más esplendor, más poder dentro de sí, hasta que llega a la edad de los 42 años. No hay que hacerse ilusiones que porque encarnó al Intimo ya va a quedar con toda la sabiduría y toda la fuerza, porque él nace como cualquier niño y va creciendo y expresándose por la Ley del Siete, hasta llegar a la edad madura que son los 42 años, que ahí sí está en todo su esplendor.

Cuando se habla de años, no se está hablando de años físicos o tridimensionales sino años esotéricos.

Así vamos ganando vértebra por vértebra, van despertando los chakras e iglesias. El iniciado va dominando los cuatro elementos de la Naturaleza, a medida que va ascendiendo; hasta cuando llega a la quinta de Mayores, que es calificaclo como hombre auténtico. En la quinta iniciación de Mayores es cuando el iniciado escoge el camino: la directa o la espiral.

El camino se escoge de acuerdo con la revolución de la Conciencia: si es una persona pasiva, pues escoge la espiral; si es revolucionaria escoge el camino directo. El que coge la espiral es porque no le interesa su Liberación y la espiral no la aconsejo yo ni a un enemigo, porque no llega nunca a la Liberación.

De modo, pues, que invito a aquellos revolucionarios, a que reflexionen y se jueguen el todo por el todo.

El camino directo trae triunfos, pagos que le hace la Jerarquía a uno. Por la espiral no hay triunfos, ni pagos ni nada.

Cuando ya escoge el camino y escoge la directa, es que viene a encarnar la triada primaria, que es Atman, Budhi, Manas.


Cuando uno fabrica su cuerpo causal (Manas), de hecho se encarnan las dos fuerzas superiores y queda un iniciado de Misterios Mayores. Ya queda convertido en un Maestro de Misterios Mayores, Misterios del Fuego; pero no hay que confundir los Misterios del Fuego con las iniciaciones de Oro, que son completamente diferentes.

Esta aclaración la hago para que todo el que lea esta obra sepa qué es lo que tiene que hacer primero, para comenzar la primera montaña.

Cuando se encarnan esas tres fuerzas dentro del iniciado, se convierte en un gran Maestro. Tiene derecho en la culminación de esa montaña a pasar a una capilla redonda, muy  hermosa,  donde  puede  darse  un  descanso:  meditar,  hacer  un  recuento  o retrospección de todo su trabajo que acaba de realizar. Esto es minucioso, porque ahí queda mucha sabiduría para el Maestro manifestarla más tarde, para luego renunciar ahí a esa felicidad y emprender la segunda montaña.

Este es como un descanso para el iniciado, una recuperación de fuerzas para poder emprender la segunda montaña, donde ya va a fabricar los cuerpos de Oro o cuerpos existenciales del Ser. Eso es mucho más estricto, más minucioso.