Mensaje V.M. Rabolú


"Ya habiendo terminado nosotros de exponer las necesidades que hay de implantar este Nuevo Orden dentro del Movimiento Gnóstico, me dirijo verdaderamente, no solamente a Colombia sino a todos los países para que vean como se va a organizar el Movimiento, en una forma ya más seria, más estricta, más responsable, para que desde ahora mismo vayan preparándose. Más adelante vendrán otras reformas, irán en escalas Superiores, porque voy a proponerme a sacrificar verdaderamente el afecto de las personas que están o que militan en el Movimiento Gnóstico para irles entregando las armas, para que el que quiera verdaderamente utilizarlas pueda abrirse paso sin que tenga que estarle preguntando a Raimundo y todo el mundo. Vamos a dejar de ser niñitos consentidos que todo tienen que dárselo y vamos a adquirir cada uno con sacrificio, con esfuerzo y voluntad, todo aquello que veamos que nos sirve para la liberación. Por eso debemos dar comienzo, poner más claridad y ser más exigentes para que todo el mundo se dedique a -trabajar y dejar de estar peleándonos con el vecino como niños por un juguete.

Las discordias y desórdenes en los Grupos es por falta de trabajo. El que está trabajando no le queda tiempo para criticar al vecino. Todos los problemas son por falta de trabajo, y uno no va a responder por otro, tiene que responder por si mismo antes las Divinas Jerarquías.

No queremos más Miembros o Coordinadores que lleven la vocería en forma autoritaria y que tomen atribuciones de acusar o solucionar problemas bajo criterio personal, aprovechándose de su tiempo dentro del Movimiento Gnóstico, de su capacidad intelectual, económica o manipulación a los Miembros que ocupan puestos en las Juntas, sin tener en cuenta que la Asamblea es la máxima autoridad en un Centro de Estudios.

Quisiera dirigirme a esos Grupos, como aquí en Colombia, grandísimos, que en vez de estar peleando o trabajando con egoísmo, sin importarles la humanidad, los que vayan haciendo su curso, su fogueo y se sientan preparados que arranquen de una vez a cumplir la misión que tenemos con la humanidad. ¿Qué hace un grupo amontonado?, ¿Mirándose las caras y la humanidad pereciendo?
¡Entonces tenernos que acelerar el trabajo ahora mismo!

Quiero ver esas juventudes y las damas avanzando ya de hechos. Este es un compromiso Internacional y debernos darle forma de una vez por todas".

PAZ INVERENCIAL
JOAQUÍN ENRIQUE AMÓRTEGUI VALBUENA
(V.M. RABOLÚ)