Es urgente comprender que el
verdadero contento del corazón tranquilo no se compra ni se vende, y sólo nace
en nosotros con entera naturalidad y en forma espontánea cuando hemos
comprendido a fondo las causas mismas del descontento: celos, envidia, codicia,
etc...
Obviamente conviene hacer una plena diferencia
entre la imaginación dirigida voluntariamente y lo que es la imaginación mecánica.
Incuestionablemente la imaginación dirigida es la Imaginación Consciente; para
el Sabio imaginar es ver. Imaginación Consciente es el traslucido medio que
refleja el firmamento, los Misterios de la Vida y de la Muerte, el SER.
Imaginación mecánica es diferente,
está formada por los deshechos de la memoria, es la fantasía. Conviene investigarla
profundamente. Obviamente las gentes con su fantasía, con imaginación mecánica,
no se ven a sí mismos tal cual son, sino de acuerdo con sus formas de fantasía.
Existen varias formas de la misma; incuestionablemente una de ellas consiste precisamente
en eso de no verse uno a sí mismo tal cual es. Pocos son los que tienen el
valor de verse a sí mismos, en su crudo realismo.
Estoy absolutamente seguro de que
los aquí presentes nunca se han visto a sí mismos tal cual son: la imaginación
mecánica les hace Confundir gato con liebre, se ven con unas formas que no
coinciden con la realidad. Si yo en verdad le dijera a cada uno de Uds. como es
ciertamente, cual es su característica psicológica distintiva, estoy
absolutamente seguro de que se sentirían heridos. Es claro que Uds. sobre sí
mismos tienen un concepto equivocado, nunca se han visto a sí mismos. Su forma
de fantasía les hace ver como son.
Hablando en forma alegórica,
simpática, trataré únicamente de hacer una exploración psicológica a groso modo
sin citar nombres ni apellidos, usando simbólicos nombres y que cada uno
entienda: ¿Qué diríamos por ejemplo, de Cicerón? Qué gran varón, de tirante,
quién lo negaría, grande, elocuente como ninguno, lapidario terrible, estamos
seguros de que todo en él es «benevolencia». Reflexionemos, si dijéramos la
gravedad de sus fantasías se sentiría herido, si le señaláramos protestaría
violentamente, nunca asesinó a Popea, esa labor se la dejamos a Nerón, hizo
sangrar el corazón de su Popea, él en modo alguno se sentiría realmente
aludido.
Nosotros ante este hecho nos
sentiríamos bondadosos, eso diría nuestra característica fantástica, el verse equivocadamente
a través del prisma de una benevolencia extraordinaria, eso es obvio.
Y, ¿qué diríamos nosotros por
ejemplo, de aquél que anhelando la Luz del Espíritu fallara en su base? ¿No
dicen que Icaro se elevó al cielo con alas de cera, se le derritieron, entonces
fue precipitado al abismo? Sin embargo, no piensa él de sí mismo así, supone
que es fiel en las filas, está seguro de que marcha por el camino recto, que es
hombre cual ninguno. Continuando así por este camino, ¿qué le quedaría pues a
Icaro, después de precipitarse al averno? ¿No dicen que Ganímedes subió hasta
el Olimpo al ver el fin? Pero Ganímedes también puede ser arrojado al fondo del
precipicio.
El discípulo, llamémosle ahora
Justiniano, como simbolismo, ¿cuántas veces se ha justificado a sí mismo? Está
convencido de que marcha «muy bien», tal vez en los últimos tiempos ha mejorado
algo, pues ¿acaso no ha protestado en determinados momentos? ¿Acaso no ha
protestado ante el ARA del Sacrificio?
Mas él seguro está de que nunca ha
protestado; desde siempre todo lo ha hecho en favor de la Gran Causa, sin
fallar jamás. En nombre de la verdad, aunque les parezca a ustedes un poquito
difícil, son raros los que se han visto tal cual son.
Aristóteles una y otra vez en su filosofía,
convencido de que su sapiencia es formidable, lo ha hecho más inútil, ha hecho
sufrir; mas él vive convencido de que jamás ha procedido mal, está seguro de
ser magnífico, benevolente, dulce, etc.
En nombre de la verdad podría
decirles a ustedes así: Sólo hay una persona que se ha visto a sí misma tal
cual es, nada más que una de entre todos los aquí presentes, una sola. Los demás,
todos tienen sobre sí mismos una imagen fantástica; su imaginación mecánica les
hace verse, no como son, sino como aparentemente son. Así pues mis queridos
hermanos, los invito a la reflexión. Piensen Uds. si alguna vez se han visto
tal cual son.
Los historiadores por ejemplo, ¿qué
es lo que han escrito?: fantasía y nada más. ¿Qué dicen de Nerón?, Que era un
homosexual y que llegó a casarse con otro homosexual. ¿De dónde sacaron eso los
historiadores?, ¿Les consta acaso? En nombre de la verdad les he de decir que
yo estuve reencarnado en la época de Nerón, y que de homosexual nada tenía.
Muchas veces lo vi salir por las puertas de la vieja Roma, sentado en su litera
sobre los hombros de sus esclavos. Hombre de amplia frente y robusto cuerpo
hercúleo. No así afirman los historiadores, ellos enfatizan la idea de un poeta
abominable. En vez de vérsele rodeado, como muchos creen de gentes
homosexuales, al contrario, le conocí siempre rodeado de sus mujeres. Yo viví
en la época de Nerón y doy testimonio de ello, los historiadores han falseado
la verdad con respecto a ese hombre.
¿No acusan acaso a Maria Antonieta
de prostituta, adúltera y no sé qué más? Nadie ignora que se le hizo un gran
escándalo por lo del collar de la Reina, joya que ella había regalado para
ayudar a otros. Pero de eso, a que ella le haya sido infiel a Luis XVI hay una
gran distancia: la sometimos a prueba en los mundos superiores y resultó
terriblemente casta, con derecho a usar la Túnica Blanca. Yo la vi pasar
heroica por París; nada debía, nada tenía que temer. Entregó su vida por
Francia, nunca se le ha sabido apreciar como realmente vale.
Mucho se ha escrito en la Historia,
está deformada, no vale la pena estudiar la Historia, apenas si son fechas lo
único útil que hay allí. Y eso no siempre, porque, qué absurdo sería que
nosotros aceptáramos la fecha aquella del año 1325 o algo así, como principio
de la fundación del Imperio de Anahuac, para que en el año de 1500 y tantos
desaparezca bajo la bota de Hernán Cortés y sus secuaces. ¿Creen ustedes que en
dos siglos se hubiese levantado una poderosa civilización como la de la gran Tenochitlan,
si para levantar una sola pirámide pasaron generaciones enteras? ¿Creen Uds.
que una poderosa civilización de estas se va a levantar en dos siglos? Y así
los historiadores adulteran las fechas, las falsifican; por eso es que en
materias históricas hay que andar con mucho cuidado.
Entiendan ustedes la memoria
mecánica y la memoria del Trabajo Esotérico Gnóstico. La memoria mecánica lo
lleva a uno a conclusiones erróneas. ¿Están ustedes seguros de recordar su vida
tal cual fue? No les estoy preguntando por sus vidas pasadas, sino por la
presente. Imposible, hay cosas que aparecen desfiguradas en la memoria
mecánica. Si uno de pequeño, aunque haya nacido en una clase media, ha vivido
por lo menos en casa limpia, aseada, rodeado de pan y abrigo y refugio, ha
visto unas cuantas monedas. Puede suceder que a la vuelta del tiempo y de los
años, guarde en su memoria mecánica algo deformado.
De niños, unos cuantos billetes nos
parecen millones, unos pequeños pinos en nuestro jardín, o cerca de nuestra
ventana pueden parecemos colosales. Yo diría que nuestro cuerpo está chico,
pues no sería extraño que ya grandes dijéramos: «de chiquito, de niño, vivía en
tal parte, mi casa estaba magníficamente arreglada, con grandes parques, qué mesa
tan preciosa, cuánto dinero». Es la memoria mecánica, es absurda; así pues, que
la única memoria real es la del Trabajo.
Sí por medio del ejercicio
retrospectivo recordáramos en parte, veríamos que esa casa de muchachitos de la
clase media no era el palacio que antes pensábamos que fuera, sino una humilde
morada de un padre trabajador y sincero. Esas fabulosas sumas que nos rodeaban
eran apenas pequeñas sumas para pagar la renta de la casa, comprar los
viáticos. La memoria mecánica es más o menos falsa. Si un grupo de ustedes hace
una excursión a Yucatán y ven exactamente los mismos monumentos y piedras, al
regresar aquí cada uno de ustedes dará una versión diferente. ¿Qué prueba eso?:
que la memoria mecánica es infiel.
A ustedes les consta muchas veces lo
mismo, han contado algún relato, se lo han dicho a tal o cual amigo, el que a
su vez lo ha contado a otro, pero al contarlo ya le añadió más, y le quitó un
poquito, ya no es el mismo relato, lo ha desfigurado. Y ese otro a su vez se lo
cuenta a otro y entonces el relato se sigue desfigurando más y a la larga ni
ustedes mismos conocen el relato, ha quedado tan desfigurado que en nada se
parece a lo que ustedes relataron.
Así es la memoria mecánica, no sirve
y es que en la memoria mecánica existe la fantasía. Memoria mecánica y fantasía
están muy asociadas. ¿Cómo controlar pues la fantasía? No hay sino un modo de
controlarla: mediante la Memoria del Trabajo. La memoria mecánica nos hace ver
nuestra vida como no es, como no ha sido. Por medio del Trabajo vamos
descuartizando nuestra propia vida y llegamos a descubrirla tal cual es.
Entonces, ¿qué quiere decir esto? Que con la memoria que guardamos después del
Trabajo realizado es imposible controlar la fantasía, eliminarla. Y eliminarla
radicalmente, sí.
Es conveniente pues eliminar esa
imaginación mecánica, porque en modo alguno nos permite el progreso esotérico.
Vean a la dama que se arregla ante el espejo, que se pinta sus grandes ojeras,
que se afina las cejas, que se pone unas enormes pestañas postizas, los labios
los tiñe con un color rojo. Véanla vestida al último modelo, cómo se mira ante
el espejo, enamorada de sí misma; está convencida de que es bellísima. Si le
dijéramos que es espantosamente fea, se sentiría herida en su vanidad, y
mortalmente. Ella tiene una fantasía terrible, su forma de fantasía le hace ver
como no es.
Entonces cada cual tiene sobre sí mismo
un concepto equivocado, totalmente equivocado, eso es terrible. Uno se pueda
sentir genial, capaz de dominar el mundo, chispeante intelectualidad, está convencido
de sus capacidades. Si comprendiera que lo que tiene en su personalidad no es
propio sino ajeno, que sus ideas no son propias porque las leyó en tal o cual
libro, que está lleno de terribles lacras morales. Mas pocos son los que tienen
el valor de desnudarse a sí mismos para verse tal cual son.
Cada cual proyecta una forma de
fantasía sobre si mismo y es en esa forma como la realidad nunca se ha visto
jamás. Y eso es terrible, espantoso.
Pensando en voz alta, para compartir
con ustedes diremos que en tanto no vaya uno disolviendo las formas de la
fantasía, permanecerá muy lejos del Ser. Conforme uno desintegre todas las
formas de la fantasía, el Ser se irá manifestando más y más en sí mismo.
Cuando uno ahonda en lo que es la
vida, el mundo, descubre que francamente no ha visto el mundo como es
verdaderamente, lo ha visto a través de las formas de la fantasía, nada más.
Imaginación mecánica, cuán grave es. Sueños de la fantasía, pues algunas veces
en los sueños permanece callada, otras veces los platica y otras veces quiere
llevarlos a la práctica. Obviamente en el
tercer caso la cuestión es grave.
Cuando un soñador quiere llevar sus
sueños a la vida, comete locuras espantosas, pues sus sueños no coinciden con
la mecánica de la vida. El sonador silencioso gasta mucha energía vital, pero no
es tan peligroso. El que platica sueños, sueños fantásticos, puede contagiar a
otras psiquis, a otras personas; pero el tercero, el que quiere convertir sus
sueños en hechos francos de la vida, ese está bien rematado de la mente, está
loco, eso es obvio. Continuando con esta exposición, vemos claramente que la
imaginación mecánica o fantasía, nos mantiene muy tejos de la realidad, del
Ser, y eso es verdaderamente lamentable.
Les gentes deambulan por las calles soñando,
van en sus fantasmas, trabajan soñando, se casan soñando, viven una vida
soñando y mueren soñando. En el mundo de lo irreal, nunca se vieron a sí
mismos, jamás; siempre vieron una forma de su fantasía. Quitar esa forma de la
fantasía resulta espantosamente fuerte. Hay varias formas de la fantasía
naturalmente; así pues que cada uno de nos tiene un yo fantasía, una persona
fantasía que no coincide con la realidad. La persona fantasía de ustedes ha
existido desde un principio, y si ahora están ustedes convencidos que esa
persona fantasía es la realidad y resulta que no es, he ahí lo grave.
Repito, ¿cómo controlar la fantasía?
No hay sino una forma de controlarla: la Memoria Trabajo, ser sinceros consigo mismos,
trabajar por eliminar de sí mismos los elementos indeseables que tenemos. Y a
medida que los vamos eliminando, vamos descubriendo un orden en el Trabajo.
¿Quién viene a establecer ese orden en el Trabajo Esotérico?: el SER. Esa
Memoria Trabajo nos permite eliminar de nosotros la fantasía, su persona
fantasía.
Hay instantes raros en la vida, muy
raros, en los que uno logra ver su propia ridiculez, momentos que logra
percibir su Yo fantasía, su persona fantasía. Cuando eso sucede, existe un
dolor moral muy profundo, pero luego viene el sueño nuevamente, busca la manera
de enderezar el entuerto y al fin se consuela de cincuenta mil maneras, olvida
la cuestión y el mundo sigue «en paz» como siempre.
Vale la pena que nosotros seamos
sinceros con nosotros mismos. Se trata de auto- conocernos, si es que de verdad
queremos nosotros hacer manifiesto al SER que llevamos dentro, si es que de
verdad aspiramos nosotros a la realidad y nada mas que la realidad, sin un
átomo de fantasía. Necesitamos el valor de desgarrarnos, de romper esa persona
fantasía que no existe. Los demás saben que no existe, pero que uno cree que
existe.
Claro que se necesita utilizar el
bisturí de la auto-crítica, de lo contrario no sería posible la autocrítica. Si
procedemos así, lograremos romper el Yo fantasía, lograremos destrozarlo,
reducirlo a cenizas, a polvareda cósmica. Objetivo: descubrir el SER que mora
en nuestras profundidades; Pero el Yo fantasía eclipsa al SER, lo mantiene a
uno en sí mismo tan fascinado con lo que no es real, que no lo deja a uno
descubrir al SER.
No olviden ustedes, mis queridos
hermanos, que el Reino de los Cielos está dentro de nosotros mismos, que tiene
distintos niveles, y también el Reino de la Tierra está aquí en nosotros y el
nivel más alto del Reino de la Tierra no le da por los pies al más pequeño que
vive en los Cielos. Pero, ¿cómo poder salir de los distintos niveles de la
Tierra, para entrar siquiera en el Reino inferior del Reino de los Cielos? La
primera escala del Reino de los Cielos dentro de nosotros está, y no fuera de
nosotros. El de la Tierra tiene distintos niveles, unos mas elevados, otros más
refinados; pero el más refinado de los niveles de la Tierra no es el Reino de
los Cielos.
Para pasar del más alto escalón del
Reino de la Tierra al más bajo escalón del Reino de los Cielos, se necesita un
cambio, una transformación, se necesita renacer del Agua y del Espíritu, se
necesita desdoblarse en dos: la personalidad terrena y el Hombre Psicológico,
el Hombre Interior.
¿Cómo podría producirse ese
desdoblamiento en dos? Un Hombre Interior terrenal colocado en el nivel común y
corriente y otro en una octava superior dentro de sí mismo. ¿Cómo podría
producirse en verdad esa separación en nosotros de esos dos tipos de hombres?
¿Creen ustedes que esto sería posible si continuásemos con esta personalidad
fantástica que creemos que es la verdadera y no lo es? Mientras uno está
convencido de que la forma que está viendo es verdadera, no será posible el
desdoblamiento psicológico, no será posible que el Hombre Interior se separe
del exterior, no será posible pues, penetrar en el primer escalón del Reino de
los Cielos.
Obviamente la fantasía es la que
tiene a la humanidad sumida en el estado de inconsciencia en que se encuentra. Mientras
exista la fantasía, la Conciencia continuará dormida: hay que destruir la
fantasía.
En vez de la fantasía debemos tener
nosotros la Memoria del Trabajo. Así que el que practique el ejercicio retrospectivo
para revisar su vida, acaba con la memoria mecánica y establece dentro de sí
mismo la Memoria Consciente, la Memoria del Trabajo. Así que con el ejercicio
retrospectivo podemos recordar las vidas anteriores, acabamos con la fantasía;
de este modo, la Memoria Trabajo y la Imaginación Consciente nos permitirán
meternos por el camino del auto-descubrimiento. Hasta aquí mis palabras, si
alguno de ustedes tiene algo que preguntar, puede hacerlo con la más absoluta
libertad.
P.- Maestro, ¿cuales podrían ser los mejores ejercicios para desarrollar
bien la Glándula -Pineal?
V.M.- Como quiera que la Imaginación
Consciente es la imaginación dirigida, indubitablemente pues, hay que aprender
a dirigir la imaginación. Por ejemplo: relajamos nuestro cuerpo y luego
enfocamos nuestra atención sobre el proceso de nacer y del morir de todas las
cosas: se desarrollará la Imaginación Consciente. Imaginemos la semilla de un
rosal, por ejemplo, como va germinando, como va luego creciendo el tallo, como
va echando espigas, ramas, hojas y flores. Pensemos luego en el proceso a la
inversa, en el proceso involutivo: como se van dormitando los pétalos, cómo las
hojas van cayendo y al fin el rosal queda convertido en un montón de leños. Es
un ejercicio maravilloso con el que se logra el desarrollo de la Imaginación en
forma positiva.
P.- ¿Cómo eliminar la fantasía de nosotros?
V.M.-Sencillamente, primero que
todo, al Yo fantasía. Tenemos que empezar por vernos como somos, no como
aparentemente somos o como creemos que somos; es difícil verse uno así como es.
Uno normalmente se ve como no es, se ve como cree uno que es, de acuerdo con su
fantasía. Por ahí tiene uno que empezar para romper su fantasía.
Cuando se ha visto de verdad como
es, en su más crudo realismo, por lo común se sufre una terrible decepción de
sí mismo, una espantosa decepción. Si uno acaba con la memoria mecánica y
establece la Memoria del Trabajo, pues elimina la fantasía, porque en la
memoria mecánica hay fantasía.
Ya dije el caso de los historiadores
queridos de nuestra historia: es pura fantasía. ¿Estuvieron acaso los
historiadores presentes en la Revolución Francesa?, ¿Conocieron a Carlos V de
España, a Felipe el Hermoso? Ellos escriben versiones desfiguradas por el tiempo,
producto de la fantasía. Si nosotros en vez de la imaginación mecánica, que es
pura fantasía, establecemos la Memoria Trabajo, trabajamos sobre si mismos, disolviendo
los elementos indeseables que llevamos, obviamente se va adquiriendo la
Memoria Consciente, la Memoria del
Trabajo.
Esta Memoria Consciente o Memoria
del Trabajo, es maravillosa, y al aplicarla a la Historia Universal nos
permitirá estudiar las distintas cosas, la cruda realidad de la Revolución
Francesa, de María Antonieta, o de cualquier página de la Historia en general.
Así pues, la Memoria Consciente
aplicada sobre sí mismos, nos lleva muy lejos; aplicada sobre el universo, nos
permite conocer en los Registros Akásicos, cualquier suceso de la Historia.
Así, a medida que uno vaya eliminando todo lo que tiene de fantasía, la
Imaginación Consciente se irá haciendo más y más activa.