Tras la creencia ciega, tras de la
incredulidad y el escepticismo, se esconden muchos matices de falsa moral y
muchos conceptos equivocados de falsa respetabilidad, a cuya sombra se
robustece el YO.
Vamos a dar comienzo a nuestra
cátedra. Podríamos denominarla Intuición.
Antes que todo hemos de empezar por
la base: el Hombre. ¿De dónde venimos? ¿Para donde vamos? ¿Cuál es el objeto de
nuestra existencia? ¿Para qué existimos? ¿Porqué existimos?
He ahí una serie de interrogantes
que debemos aclarar y resolver. Nace un niño y de hecho recibe el cuerpo físico
en forma gratuita, es obvio. Un cuerpo maravilloso con unos 15.000 millones de
neuronas a su servicio. Nada le ha costado.
Conforme el niño va creciendo la
Mente Sensual se va abriendo poco a poco. Esta última, en sí misma y por sí
misma, informa mediante las percepciones sensoriales externas. Y es
precisamente con los datos aportados por estas percepciones, como la Mente
Sensual elabora siempre sus conceptos de contenido, motivo por el cual ella
jamás puede saber algo sobre lo Real. Sus procesos razonativos son subjetivos,
se mueven dentro de un círculo vicioso: el de las percepciones sensoriales
externas, eso es obvio.
Ahora comprenderán ustedes un poco
mejor lo que es la Razón Subjetiva en sí misma, mas ha de hacerse una plena
diferenciación entre Razón Subjetiva y Razón Objetiva.
Es obvio que el niño tiene que pasar
por todos los procesas educacionales, Kinder, Primaria, Secundaria,
Universidad. La Razón Subjetiva se nutre con todos los datos que las distintas
Instituciones Escolásticas le aportan. Mas es verdad que ningún Instituto
Docente podría-dar al niño, o al joven, o al adolescente, datos exactos sobre
Eso que no es del tiempo, sobre eso que es lo Real.
En verdad que las especulaciones de
la Razón Subjetiva vienen a conducir pues, a lo intelectual, al terreno
absurdo, dijéramos, del utopismo. O en el mejor de los casos, de las simples
opiniones de tipo subjetivo, mas nunca a la Experiencia de la Verdad, de eso
que no es del tiempo.
En cambio la Razón Objetiva, que
desgraciadamente no recibe ninguna instrucción, para la cual no hay escuelas,
permanece siempre abandonada. Indubitablemente los procesos razonativos de la
Razón Objetiva, obviamente, nos conducen, dijéramos, a postulados exactos y perfectos.
Pero el niño, de sitio a sitio, es educado subjetivamente; para él no existe
ninguna forma de instrucción superior.
Los datos que los sentidos aportan a
la Mente Subjetiva del adolescente, a la Mente Sensual dijéramos, todas las
cuestiones escolásticas, de familia, etc., son meramente empíricos y
subjetivos, y eso es lo lamentable.
En principio el niño no ha perdido
todavía la capacidad de asombro. Obviamente él se asombra ante cualquier
fenómeno. Un hermoso juguete despierta en él ese asombro y se divierten los
niños con sus juguetes. Conforme va creciendo, conforme su Mente Sensual va
recibiendo datos de la escuela, del colegio, su capacidad de asombro va
desapareciendo y, al fin, llega el instante en que el niño se convierte en
joven y el joven ya ha perdido por completo esa capacidad.
Desafortunadamente, los datos que
uno recibe en los colegios, en las escuelas, en los centros educacionales, sólo
sirven, como ya dije, para nutrir la Mente Sensual, pero nada más. En esa forma
y con esos sistemas de educación actuales, lo único que realmente se logra es
forjarnos en la escuela, en la academia, en la universidad, una personalidad
artificiosa.
Téngase en cuenta que en realidad,
de verdad, los conocimientos que se estudian en Humanidades, jamás servirán
para formar al Hombre Psicológico. En nombre de la Verdad hemos de decir
claramente, que las materias que se estudian actualmente en los Institutos
Docentes no tienen relación alguna con las distintas partes del Ser. Por eso es
que sólo sirven para:
Primero: falsear los cinco cilindros
de la Máquina Orgánica. Segundo: quitárnosla capacidad de asombro. Tercero:
desarropar la Mente Sensual. Cuarto: forjar en nosotros una personalidad falsa.
Y eso es todo. Así pues, que se
entienda claramente que la Mente Sensual en forma alguna podría producir en nosotros
una transformación radical. Es conveniente entender que la Mente Sensual, por
muy culta que parezca, nunca podrán sacar a uno de la automatización y de la
mecanicidad en que se encuentra toda la gente, todo el mundo.
Una cosa es el hombre meramente
animal, es decir, el «Animal Intelectual» y otra cosa en verdad muy diferente,
por cierto, es el verdadero Hombre Psicológico. Al citar la palabra Hombre, incluyo
también, naturalmente, a la mujer v esto se debe sobrentender claramente.
Nacimos con un cuerpo físico
maravilloso pero en realidad, de verdad, necesitamos hacer algo más. Formar el
cuerpo físico no es difícil, lo heredamos, pero formar el Hombre Psicológico sí
es, difícil. Para formar el cuerpo físico no necesitamos trabajar sobre sí
mismo, pero para formar al Hombre Psicológico, si debemos Trabajar en sí
mismos, eso es obvio. Se trata, pues, de organizar la Psiquis que está
desordenada para crear al Hombre Psicológico que es el verdadero Hombre en el
sentido más completo de la palabra.
Decía el Maestro Gurdief que la
Máquina Orgánica no tiene ninguna Psicología. Tengo que disentir bastante de él
en esa cuestión. Sí existe Psicología en cualquier Máquina Orgánica
equivocadamente llamada Hombre, lo que sucede es que está desorganizada y esto
es distinto. Organizar esa Psicología dentro del «Animal Intelectual» es lo
urgente, lo inaplazable, lo impostergable, si es que queremos, en verdad, crear
al verdadero Hombre que es el Hombre Psicológico..
Distíngase pues, entre el Animal
Intelectual, equivocadamente llamado Hombre, y el verdadero y auténtico Hombre
Psicológico. Nosotros necesitamos Trabajar sobre sí mismos, si es que queremos
crear a tal Hombre. Sin embargo, hay lucha en nosotros, la Mente Sensual es
enemiga declarada de la Mente Superior.
La Mente Sensual se identifica con
cualquier circunstancia. Si por ejemplo, de pronto nos hallamos en un banquete
Opíparo y nos identificamos tanto con las viandas que nos convertimos en
glotones o nos identificamos tanto con el vino que terminamos embriagados, si
encontramos en nuestro camino una persona del sexo opuesto, fascinante, interesante,
nos identificamos tanto con aquella que al fin terminamos nosotros en
fornicarios o convertidos, simplemente, en adúlteros. En estas circunstancias y
de este modo, no es posible crear al Hombre Psicológico.
Si por alguna parte hemos de empezar
el Trabajo de crear al Hombre Psicológico, será en realidad, de verdad.
Trabajando sobre si mismos, no identificándonos jamás con ninguna circunstancia
y Auto-Observarnos de instante en instante, de momento en momento.
Hay quienes yerran el camino, existen
sociedades, escuelas, órdenes, logias, religiones, sectas, que pretenden organizar
la Psiquis humana mediante ciertas máximas que llamaríamos «de Oro»,
comunidades que pretenden mediante tal o cual máxima conseguir algo que ellos
llamarían purificación, santidad, etc. Todo esto es urgente analizarlo.
Es obvio que una máxima cualquiera
de tipo ético, religiosa, nunca podría servir de patrón para los distintos
aconteceres de la vida. Una máxima estructurada con Lógica Superior como la
lógica de Ouspenski, por ejemplo, en verdad que jamás podría crear un nuevo
Cosmos, ni una nueva Naturaleza. Supeditados estrictamente a una máxima con el
propósito de organizar nuestra Psiquis, sería absurdo, significa convertirnos
en esclavos, obviamente.
De manera que conviene que
reflexionemos sobre muchos catálogos éticos y códigos morales tenidos como
«máximas de Oro». Además, es tanto lo que hay que analizar antes de poder entrar
uno en el Trabajo de organizar la Psiquis, que incuestionablemente un enunciado
demostrativo, por ejemplo, por muy rico que él fuese: y perfecto, podría ser
falso y lo que es peor, intencionalmente falso.
Así que al intentar nosotros una
transformación de sí mismos, tenemos que volvernos un poco más individuales. No
quiero decir egoístas, sobreentiéndase esto como aprender a pensar mejor y en
una, forma más independiente y perfecta que muchas sentencias sagradas,
«máximas de Oro», como ya dije, aforismos que todo el mundo considera
perfectos, pero que no podrían servir de patrón de medida para conseguir una
transformación auténtica y una organización de la Psiquis dentro de nosotros.
Se trata de organizar la Psiquis
interna y tenemos que salir de tanto racionalismo de tipo subjetivo e ir, como
se dice, al grano, a los hechos. Afrontar nuestros propios errores como son, no
querer nunca justificarlos, no tratar de huir de ellos, no intentar
disculparlos. Se necesita que nos volvamos más serios en la analítica, tenemos
que ser, dijéramos, más juiciosos, más comprensivos.
Si en verdad no buscamos
escapatorias, entonces sí podemos Trabajar sobre sí mismos para conseguir la
organización del Hombre Psicológico y dejar de ser meros «Animales
Intelectuales» como hasta ahora somos.
La Auto-Observación Psicológica es
básica. Se necesita en verdad Auto-Observarnos de instante en instante, de
segundo en segundo. ¿Con qué objeto?; uno ¿Cuál? Descubrir nuestros defectos de
tipo psicológico. Pero descubrirlos en el terreno de los hechos, observarlos
directamente, juiciosamente, sin evasivas, sin disculpas, sin escapatorias de
ninguna especie.
Una vez que un defecto ha sido
descubierto, entonces, y solo entonces, podemos nosotros comprenderlo, y al intentar
comprenderlo debemos, repito, ser severos consigo mismos. Muchos cuando
intentan comprender un error lo justifican o lo evaden o lo esconden de sí
mismos. Eso es absurdo. Hay también algunos hermanitos gnósticos que al
descubrir tal o cual defecto en sí mismos comienzan con su Mente, dijéramos
teórica, a hacer especulaciones. Eso es gravísimo. Porque como ya dije, y lo
repito ahora en este momento, las especulaciones de la Mente meramente
subjetivas van a desembocar, forzosamente, en el terreno del UTOPISMO; eso es
claro.
Así pues, si se quiere entender un
error, las especulaciones meramente subjetivas deben ser eliminadas, y para que
sean eliminadas se necesita haber observado el error directamente; sólo así,
mediante una correcta observación, es posible corregir la tendencia a la especulación.
Una vez que uno ha Comprendido
íntegramente cualquier defecto psicológico en todos los Niveles de la Mente, entonces
sí puede darse el lujo de quebrantarlo, de desintegrarlo, de reducirlo a
cenizas, a polvareda cósmica. Sin embargo, no debemos olvidar nunca que la
Mente, por sí misma, no puede alterar radicalmente ningún defecto, nunca.
La Mente, por sí misma, puede
rotular cualquier defecto con distintos nombres, puede pasarlos de un Nivel a
otro, esconderlo de sí misma, esconderlo de los demás, pero nunca
desintegrarlo.
Muchas veces he hablado aquí, les he
dicho que necesitamos de un poder que sea superior a la Mente, de un poder que
en verdad pueda reducir a cenizas a cualquier defecto de tipo psicológico.
Afortunadamente ese poder existe en el
fondo de nuestra Psiquis, me refiero claramente a Stella Maris, la Virgen del
Mar, una variante de nuestro propio Ser, pero derivada o derivado.
Si nosotros nos concentramos en esa
fuerza variante que existe en nuestra Psiquis, esa fuerza que algunos pueblos
la denominaron Isis, y otros Tonanzín y aquellos Diana, etc., seremos
asistidos; entonces el defecto en cuestión puede ser reducido a polvareda
cósmica.
Cualquier Agregado Psíquico, viva
personificación de tal o cual error, una vez que ha sido desintegrado, libera algo,
eso se llama ESENCIA. Es claro, que dentro de cualquiera de esas «botellas»,
conocidas como Agregados Psíquicos, existe Esencia o Conciencia Anímica
enfrascada. Al quebrantarse este o aquel error, el porcentaje de Esencia allí
depositado o embotellado es liberado.
Cada vez que un porcentaje de
Esencia Budhica es liberada, aumenta de hecho y por derecho propio el porcentaje
de Conciencia. Y así, conforme nosotros vamos quebrantando los Agregados
Psíquicos, el porcentaje de Conciencia despierta se irá multiplicando, y cuando
la totalidad de los Agregados Psíquicos sean reducidos a cenizas, la Conciencia
habrá despertado también en su totalidad.
Si tan sólo hemos quebrantado un 50%
de elementos psíquicos inhumanos indeseables, poseemos obviamente un 50% de
Conciencia Objetiva despierta.
Mas, si nosotros conseguimos
quebrantar el ciento por ciento de los Agregados Psíquicos indeseables,
lograremos de hecho y por derecho propio, un ciento por ciento de Conciencia
Objetiva. Así, a base de multiplicaciones incesantes, nuestra Conciencia irá
resplandeciendo cada vez más, eso es obvio.
Lograr el absoluto despertar es lo
que queremos nosotros. Es posible si marchamos por el camino correcto; de lo
contrario, no sería posible lograrlo, eso es claro.
En todo caso, a medida que nosotros
vayamos quebrantando los elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior
cargamos, distintos SIDDIS o Facultades Luminosas irán aflorando en nuestra Psiquis,
y cuando se haya conseguido la Aniquilación Budhista, entonces, en verdad
habremos conseguido la más absoluta Iluminación.
Esta palabra «Aniquilación Budhista»
molesta mucho a determinadas organizaciones de tipo seudo-esoteristas y
seudo-ocultistas. A nosotros en vez de fastidiarnos tal palabra nos agrada
realmente, conseguir el ciento por ciento de Conciencia es algo anhelable.
Son muchos los que quisieran tener
la Iluminación, son muchos los que se sienten amargados, los que padecen entre
las Tinieblas, los que sufren por las distintas circunstancias amargas de la
vida.
La Iluminación es algo muy
anhelable, pero la Iluminación tiene una razón de ser. La razón de ser de la
Iluminación es el DHARMADHATU. Esta palabra de tipo sánscrito sonará un poco
extraña a los oídos de los aquí presentes. DHARMADHATU viene de la raíz DHARMA.
Podría alguien desintegrar los
elementos psíquicos indeseables que en nuestro interior cargamos, sin embargo,
no por ello lograría la Iluminación radical. Aquí entra en juego eso que se
llama el Tercer Factor de la Revolución de la Conciencia, el del Sacrificio por
la Humanidad.
Si no nos sacrificamos por la
humanidad no sería posible conseguir la Iluminación absoluta porque, repito, la
razón de ser de la Iluminación es el DHARMADHATU.
Es obvio que si desintegramos el
Ego, se nos paga. Es cierto y de toda verdad, que si creamos los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser, se nos paga. No podemos negar que si nosotros
nos sacrificamos por nuestros semejantes se nos paga, todo eso es indubitable.
Para conseguir la Iluminación
absoluta se necesita Trabajar con los Tres Factores de la Revolución de la Conciencia:
Nacer, es decir, crear los Vehículos Existenciales Superiores del SER; Morir,
desintegrar el Ego en su totalidad, y Sacrificio por la Humanidad. He ahí los
Tres Factores de la REVOLUCIÓN DE LA CONCIENCIA.
Pero como les decía a ustedes,
tenemos que saber Trabajar sobre sí mismos, eso es obvio. Necesitamos organizar
al Hombre Psicológico dentro de sí mismos. Primero que todo, antes de conseguir
nosotros la Iluminación absoluta, el Hombre Psicológico debe nacer en nosotros.
Y nace en nosotros cuando se organiza la Psiquis.
Hay que organizar la Psiquis dentro de
sí mismos, aquí y ahora. Si nosotros Trabajamos correctamente, organizamos la
Psiquis. Por ejemplo: si no malgastamos las energías del Centro Emocional, si
no malgastamos las energías de la Mente, o las del Cerebro
Motor-Instintivo-Sexual, es obvio que con tal reserva creamos o venimos a
crear, a dar forma, al segundo Cuerpo Psicológico en nosotros, el Cuerpo de las
Emociones, denominémoslo EIDOLON.
Es indubitable que si nosotros nos
libertamos de la Mente Sensual conseguiremos en realidad, de verdad, ahorrar
energías intelectuales con las cuales podríamos nutrir al tercer Cuerpo
Psicológico ó MENTE INDIVIDUAL. Al pronunciarme contra la Mente Sensual, quiero
que entiendan claramente los hermanos que no dejo de reconocer la utilidad de
la Mente Sensual y que necesitamos vivir en perfecto equilibrio, saber manejar
la Mente Superior y saber usar la Mente Sensual.
Porque si uno no sabe usar la Mente
Sensual, se olvida de que tiene que pagar la renta, se olvida de que debe comer
para existir, se olvida de que tiene que vestirse, anda por las calles en el
más completo desaliño, no cumple uno con sus deberes en la vida. Entonces, la Mente
Sensual es necesaria. Pero hay que saberla manejar inteligentemente, con
equilibrio; es decir, la Mente Superior y la Mente Sensual deben equilibrarse
en la vida, eso es obvio.
Hay gentes que se preocupan únicamente
por la Mente Superior, por ejemplo determinados eremitas que viven en cavernas
en los Himalayas, y olvidan que tienen una Mente Sensual.
Se necesita que la Mente Sensual
funcione en forma equilibrada para cumplir uno con sus deberes en la vida.
La pugna entre la Mente Superior y
la Sensual es espantosa. Recordemos nosotros al Cristo cuando estuvo en su
ayuno en el desierto. Se le presenta un demonio y le dice: «Todos estos reinos
del mundo te los entregaré si te arrodillas y me adoras». Es decir, la Mente
Sensual tentándolo. Y responde la Mente Superior diciendo: «Satán, Satán, escrito
está, al Señor tu Dios adorarás y a él solo obedecerás».
No se dejó Jesús dominar por la
Mente Sensual pero esto no quiere decir que no sea útil tal Mente. Lo que
sucede es que hay que tenerla bajo control, debe marchar en perfecto equilibrio
con la Mente Superior.
Al tratar de organizar al Hombre Psicológico,
obviamente sucederá una pugna espantosa entre las dos mentes, entre la
Superior, la Psicológica y la Sensual. La Mente Sensual no quiere nada que se
relacione con la Mente Superior. La Mente Sensual goza cuando se identifica con
una escena de lujuria o cuando se identifica con un acontecimiento doloroso en
la calle o cuando se identifica con una copa de vino, etc. La Mente Psicológica
se opone violentamente.
Voy a ilustrar esto con un ejemplo.
Iba de pronto en un coche, alguien conducía el automóvil Marchábamos por el
carril izquierdo de una calle. Por el carril derecho, una dama conducía otro
vehículo. De pronto sucede, que el automóvil que conducía aquella dama cambia
de dirección, intenta meterse a un supermercado. Es obvio que yendo por la derecha
debía girar para alguna parte para meterse en él. Si el supermercado hubiera
estado a su derecha, pues se hubiera metido hacia la derecha. Pero
desafortunadamente, estaba a su izquierda. Y el carril izquierdo estaba ocupado
por el carruaje en el que nosotros viajábamos.
No te importa a aquella dama
absolutamente nada y definitivamente gira hacia la izquierda y claro, viniendo
a chocar con el coche en el que nosotros íbamos. Los daños no fueron graves,
fueron mínimos para aquel otro automóvil. Pero aquí viene lo interesante.
Como quiera que en el coche en que
viajara mi insignificante persona, el conductor reconoció no tener la culpa, y
en verdad no la tenia, él no era culpable de que otro vehículo se le metiera
por delante, girando violentamente en momentos en que él circulaba.
Naturalmente alegó eso a la dama en cuestión. La dama insistía en tener su
razón, claro. Su razón era manifiestamente absurda y cualquier perito de
tráfico la hubiera descalificado de inmediato.
Sin embargo, ella insistía en llamar
al Seguro para arreglar el problema. Después de unas dos horas, el Seguro no
llegaba, la dama insistía en que se le pagaran unos 300 pesos que costaba el
daño, la reparación de su vehículo que ella misma había destruido.
Los ocupantes del coche en que
viajaba y su conductor, definitivamente estaban airados en gran manera y aunque
cualquiera de ellos hubiera podido pagar, no estaban dispuestos a hacerlo, tal
era la ira que tenían.
Por mi parte, resolví no
identificarme en aquella circunstancia, pues nuestra disciplina psicológica,
nuestro Yudo Psicológico, nos indica que en tales casos uno no debe
identificarse: es obvio que permanecí sereno de acuerdo con nuestro Yudo
Psicológico.
Bueno, pero el tiempo se pasaba, dos
horas y posiblemente muchas más tendríamos que aguardar pues el Seguro no aparecía.
Al fin la dama aquella llegó muy respetuosamente hacia mí, pues vio que era el
único que estaba sereno. Los demás ocupantes vociferaban. Me dice: «Señor, si me
diera usted siquiera 300 pesos, dejamos esta cuestión a un lado, que estoy
perdiendo el tiempo y todos lo estamos perdiendo». Pero si observa usted la
posición en que están los dos coches, si quería usted girar a la izquierda,
debería traer el carril izquierdo, pero si usted va por el carril derecho y,
sin embargo intenta entrar a ese supermercado, no es posible entrar por el
carril derecho cuando el izquierdo va ocupado. Cualquier perito en tráfico la descalifica.
«Señor, pero qué hacemos perdiendo el tiempo, no viene el Seguro». Bien, tome
usted sus 300 pesos y vaya en santa paz. No hay problema, siga usted su viaje.
Es obvio, hubo una protesta general
de los presentes, se indignaron no solamente contra aquella dama, sino contra
mí también. Tal era el estado en que se encontraban que no podían menos que
protestar, se encontraban absolutamente identificados con la escena y claro, a
mí me calificaron de tonto, etc., etc., etc. y otras tantas hierbas.
Claro, uno de los conductores avanzó
directo hacia las damas con el propósito de insultarlas, pues eran varias, la
que conducto y la acompañante. Yo me adelanté un poquito y le dije a aquella
señora: Vaya usted en santa paz y no haga caso a los insultadores.
Bueno, la mujer muy feliz desde
lejos alcanzó a darme el ultimo saludo y el carro se perdió allá por esas
calles de la ciudad. Hubiera podido seguir aguardando tres, cuatro y seis
horas, toda una tarde y posiblemente hasta la noche, hasta que llegara el
Seguro para conducir a cualquier arreglo tonto.
Realmente no había problema grave,
los daños de aquel coche eran mínimos pero aunque los tripulantes aquellos
tenían dinero, de ninguna manera estaban dispuestos a pagar, se encontraban tan
identificados con la escena que, obviamente, no tenían ganas, como se dice, de
dar su brazo a torcer.
Les salvé ciertamente de una cantidad
de pormenores y detalles molestosos, les evité posiblemente ir a la Delegación,
les evité cincuenta mil tonterías, amarguras y discusiones. Pero ellos se
encontraban tan identificados con aquel hecho que ni cuenta se daban del bien
que les había hecho. Así es la gente.
De manera que, mis queridos amigos,
en realidad, de verdad, deben ustedes entender que identificarse con las
circunstancias trae problemas, es absurdo identificarse con las circunstancias,
completamente absurdo, se gastan las energías.
¿Con qué energías organizaríamos,
por ejemplo, el Cuerpo Astral si nos dejamos llevar de esos estallidos de IRA,
de esos berrinches espantosos, de esos corajes que no tienen razón de ser? Todo
por identificarnos con las circunstancias. ¿Con qué fuerzas podría uno darse el
lujo de crearse una Mente Individual, si en verdad despilfarra sus energías
intelectuales, las malgasta en tonterías, en hechos similares a los que les he
contado?
La creación del segundo Cuerpo nos
invita a ahorrar energías emocionales y la creación de un tercer Cuerpo,
llamaríamoslo Intelectual o Mente individual, nos hace comprender la necesidad
de ahorrar un poco nuestra energía mental.
Ahora bien, si nosotros no
aprendemos en verdad a dejar las antipatías mecánicas, si nosotros estamos
llenos siempre de mala voluntad hacia nuestros semejantes, ¿con qué energías
crearíamos entonces el Cuerpo de la Voluntad Consciente, es decir, el cuarto
Cuerpo Psicológico? Y es que hay que crear todo ese juego de vehículos
Superiores, sí es que queremos en verdad crear dentro de nosotros mismos, o dar
forma dentro de sí mismos, o fabricar dentro de nosotros al hombre Psicológico.
Bien sabemos que alguien que posea
el Cuerpo Físico, un segundo Cuerpo de tipo Emocional-Psicológico, un tercer
Cuerpo de tipo Mental-Individual y un cuarto Cuerpo de tipo
Volitivo-Consciente, puede darse el lujo de recibir esos Principios Anímicos
para convertirse en Hombre, eso es indubitable. Pero si uno verdaderamente
malgasta sus energías, las motrices, vitales, emocionales, mentales y
volitivas, identificándose con todas las circunstancias de la vida, pues es
obvio que nunca podrá organizar esos Cuerpos Psicológicos tan indispensables
para que dentro de sí mismo aparezca el Hombre.
Así, que cuando hablo de organizar
la Psiquis, debe saberse entender: tenemos que manejar energías, saberlas
utilizar, no identificarnos para no malgastar nuestras energías torpemente, no
olvidamos de sí mismos. Cuando uno se olvida de sí mismo se identifica, y
cuando se identifica, entonces no puede dar forma a la Psiquis, no puede hacer
que la Psiquis se estructure inteligentemente en sí misma, porque malgasta las energías
torpemente. Esto es urgente entenderlo, mis queridos hermanos.
Así pues, un Hombre verdadero es un
Hombre que ha ahorrado sus energías, que mediante las mismas ha podido crear
los Cuerpos Existenciales Superiores del SER.
Un verdadero Hombre es aquel que ha
recibido sus Principios Anímicos Espirituales, un Hombre perfecto es aquel que ha
desintegrado, dijéramos, todos los elementos psíquicos inhumanos, que en vez de
tales elementos indeseables ha dado forma al Hombre Interior.
El Hombre Interior es lo que cuenta,
el Hombre Interior recibe su pago, la Gran Ley te paga; el Hombre Interior está
despierto porque ha desintegrado el Ego; el Hombre Real, verdadero, que se sacrifica
por sus semejantes, obviamente consigue la Iluminación.
Así, crear el Hombre es lo primero,
es lo fundamental y esto se consigue organizando la Psiquis. Pero muchos, en
vez de dedicarse a organizar su propia Psiquis íntima, se preocupan
exclusivamente por desarrollar poderes o SIDDIS inferiores, eso sí es absurdo.
¿Con qué vamos a empezar nosotros, a organizar la Psiquis o a desarrollar
poderes inferiores? ¿Qué es lo qué queremos? Nosotros tenemos que ser juiciosos
en el análisis, juiciosos en nuestros anhelos. Si es poderes lo que estamos
buscando, perdemos el tiempo miserablemente. Creo que lo fundamental es que
organicemos nuestra Psiquis inferior, eso es lo básico.
Si ustedes lo entienden por sí
mismos y trabajan en sí mismos, conseguirán darte forma a la Psiquis; entonces
el Hombre Real, el Hombre Verdadero habrá nacido en ustedes. Entiendan esto:
mejor es que en vez de andar buscando Siddis inferiores, o poderes inferiores
como decimos nosotros, demos forma a la Psiquis.
Hay un poder trascendental que nace
en cualquier Hombre que verdaderamente ha trabajado sobre sí mismo; me refiero
en forma enfática a la Intuición. Y cito esto para que dejen ustedes de
codiciar poderes. ¿Pero, cuál es esa facultad? Se nos ha dicho que está
relacionada con la glándula Pineal, no lo niego, pero lo interesante es
explicar cuáles son sus funciones.
¿Cómo definiríamos la INTUICIÓN?
Percepción directa de la Verdad sin el proceso deprimente de la opción.
Bueno, está buena esa forma de
definir pero la encuentro muy incipiente, la usan todas las escuelitas
seudo-esotéricas y seudo-ocultistas de por ahí. Pero la analítica nos invita a
ahondar más en este asunto.
¿Qué es la INTUICIÓN? Es la Facultad
de interpretación. Posiblemente Hegel, en su Dialéctica, trata de definirla con
la filosofía China de la Raza Amarilla.
Una Emperatriz china no entendía
bien esta cuestión de la Intuición. Un sabio le explicó que era la Facultad de
interpretación. Está correcta esa definición, pero ella no entendía.
Entonces el sabio trajo una veladora
encendida y la colocó en el centro de un recinto y a su alrededor colocó
también diez espejos. Es claro que la llama de aquella veladora se reflejaba en
un espejo, y ese espejo la proyectaba a otro espejo, y el otro espejo la
proyectaba al otro, y el otro al otro. Así notaron que los diez espejos
mutuamente se proyectaban la luz uno a otro, se formó un juego de luces
maravilloso, un juego con interpretación. La Emperatriz entendió, he ahí la
facultad de la INTUICIÓN.
Si alguien ha logrado la
Aniquilación Budhista, si alguien ha conseguido fabricar los Cuerpos
Existenciales Superiores del Ser, si verdaderamente es un Hombre de verdad, en
el sentido más trascendental de la palabra, entonces la facultad de
interpretación será en él un hecho.
Téngase en cuenta que uno está
contenido en el Cosmos. He dicho que uno es una parte de un todo. Dentro del
Microcosmos hombre hay mucho, existe mucho y sin embargo la totalidad de uno no
es sino una parte del todo.
Ya sabemos que, por ejemplo, dentro
del Ayocosmos, o sea, el Infinito, está contenido el Macrocosmos.
Dentro del Macrocosmos, que es la
Vía Láctea, está contenido el Deuterocosmos, el Sistema Solar. Dentro del
Deuterocosmos está contenido el Sol Cósmico, y dentro de éste está contenido
pues, el Cosmos Tierra, el Mesocosmos. A su vez, dentro del Mesocosmos, está contenido
el Microcosmos Hombre y dentro del Microcosmos Hombre, esté contenida pues, la
vida de lo Infinitamente pequeño, el Tritocosmos.
Como dentro de un Cosmos hay otro
Cosmos y dentro de ese Cosmos hay otro y por todo hay siete Cosmos, unos
contenidos en otros.
De manera que dentro de nosotros hay
un Cosmos inferior, eso es claro, el Tritocosmos y un Cosmos superior, es
claro, el Mesocosmos. Nosotros estamos entre un Cosmos Superior y un Cosmos
inferior.
Estamos también muy relacionados con
nuestros padres, pues nos dieron origen; a su vez, de nosotros devienen los
hijos y los nietos; todos estamos interpenetrándonos mutuamente. Indubitablemente,
mis queridos amigos, la existencia de un modo cualquiera, su nacimiento, su
desarrollo, su muerte, queda reflejándose también dentro del Hombre Verdadero
que ha logrado la Aniquilación Budhista. Entonces, este puede decir, «conozco
la historia de ese planeta». Todo el Mahamvantara puede reflejarse en la uña de
un Hombre auténtico. Y reflejarse con tanta exactitud, que ese Budha no ignore
nada.
Todo lo que puede suceder a una
nación puede reflejarse en la Psiquis de un Hombre que ha pasado por la
Aniquilación Budhista. Y reflejarse con tanta exactitud, con tanta precisión,
con tanto detalle, que éste no llegue a ignorar ni el más insignificante
acontecer.
Así pues, deduzcan ustedes e
infieran de lo que he dicho lo que es la Intuición: la Facultad de
interpretación.
Si conseguimos que la Historia de
esta Galaxia se refleje en nosotros, ¿ignoraríamos algo, por ejemplo, en
relación con la misma? Pues claro que no. La Galaxia con todos sus procesos
puede reflejarse en nuestra Psiquis con tanta, naturalidad, mis queridos
hermanos, como la vela aquella del ejemplo que he puesto, que se reflejaba en
los 10 espejos que sirvieron para ilustrar a la Emperatriz.
Si todas las circunstancias pueden reflejarse
en la Psiquis de un Budha de Contemplación, porque éste ya no tiene Agregados Psíquicos
inhumanos que desintegrar, entonces éste de hecho consigue mediante la INTUICIÓN
eso que podríamos definir como CONCIENCIA.
Llegar a la Iluminación es posible.
Pero no olviden, mis queridos amigos, que la Iluminación a su vez tiene sus
leyes. La Razón de ser de la Iluminación es el DHARMADHATU, es decir, el
DHARMA.