sábado, 7 de diciembre de 2019

El Fanatismo


Voy a tratar puntos importantes en cuanto se refiere al Movimiento Gnóstico, que en realidad es lo que me interesa a mí y creo que a todos: He estado vigilando en éstos días y he visto que se nos quiere meter la Ley de Entropía, la decadencia en el Movimiento Gnóstico, que es lo que en realidad debemos cuidar todos, porque llega el desgeneramiento a la Institución y el caos. De modo pues que he estudiado detenidamente esto y he visto la necesidad de darle un shock adicional, para que el Movimiento levante sus octavas y pueda seguir su marcha, llevando éste conocimiento a todas partes del planeta.



La realidad es que he encontrado la raíz por donde puede verdaderamente el Movimiento decaer y la raíz está en el FANATISMO. Se han querido confundir las cosas, ésta es una escuela de regeneramiento, una escuela revolucionaria. El Movimiento Gnóstico no es una religión. De modo pues que ahí está el error gravísimo, por tener al Movimiento o acompañarlo con una religión, entra la Ley de Entropía y viene el caos para el Movimiento.


El deber mío es levantar las Octavas y como dije una vez al Maestro Samael, “si a nosotros nos toca pasarnos por encima de los muertos, por encima de los muertos nos pasaremos”, pero el Movimiento tiene que seguir su marcha, continuar, porque los fines son llevar éste conocimiento a la humanidad, no a escala de un país sino a escala mundial.


Ya me van a conocer la otra cara, han visto ustedes la cara de Joaquín Amórtegui en una forma elástica, condescendiente, ahora voy verdaderamente a trabajar porque se necesita que hagamos una revolución para no dejar caer el Movimiento Gnóstico.


La orden que voy a dar es contundente y clara: Instructores fanáticos no quiero más dentro del Movimiento Gnóstico, quiero gente revolucionaria, gente capaz que con su verbo levanten el ánimo de las personas, pero un fanático es un enfermo, es una fuerza mediocre, que no sirve ni para lo bueno ni para lo malo.


No hay que confundir. Una cosa es la parte mística que es ya dentro de un rito esotérico y otra parte es la escuela que es de puertas para afuera, que es donde el fanático cae muy mal, cuando se trata de la Revolución de la Conciencia. Queremos quedarnos con la parte mística, pero la par-te mística debe tener un fundamento, una base dónde apoyarse. Aquí la parte mística la queremos convertir en  un fanatismo y el fanatismo es nocivo para cualquier institución.


De modo pues, espero sepan ustedes que ya llegó el momento en que vamos a cortar definitivamente el fanatismo. Una persona fanática dentro del Movimiento Gnóstico no sirve para tener cargos de ninguna especie, ni como director, instructor, ni como nada. Todo grupo que tenga instructores fanáticos, hagan el favor y me dan los nombres que los voy a destituir de sus cargos.


Necesitamos gente revolucionaria, que verdaderamente sea capaz de ir en avance, ir ascendiendo, ir a los hechos, a la realidad, no vamos a quedarnos con la teoría, por eso se llama ESCUELA. Esto era lo que pretendía el Maestro Samael desde hace muchos años, fundar una escuela, no un poco de fanáticos enfermos, que no solamente un Instructor es fanático sino que todo el que va entrando con muy buena intención, en busca de su liberación, ellos lo meten dentro de un fanatismo y si esa persona se rebela ano meterse, lo expulsan porque reclama sus derechos, todo el mundo tiene derecho a reclamar lo que por Ley le corresponde y si no reclama es porque es un bobo, es un fanático. Nosotros no debemos caer en ese error del fanatismo, debemos luchar como verdaderos soldados en un campo de batalla, siempre en avanzada.


Por eso yo me voy con la Juventud, porque es revolucionaria, a ella le gustan los hechos y la apoyaré mucho, porque en realidad en ellos esperamos nosotros la Revolución de la Conciencia.


Nosotros entramos en Octavas ascendentes y nos dejamos meter dentro de un círculo descendente, donde todo va al caos, nos dormimos porque creemos que con estar dentro de la Gnosis, ya con ésto estamos salvos y miramos a los demás como condenados porque no aceptan la Gnosis. Si nosotros dentro del Movimiento Gnóstico no practicamos, estamos condenados en vida, yo no he visto el primer fanático que se supere, el fanático es el peor enemigo que tenemos dentro de la Organización y voy a hablar claro para que me entiendan, no quiero fanáticos dentro del Movimiento Gnóstico.


La mayor parte de las veces, cae un fanático señalan-do a otro de fanático, porque ve el defecto de él a través del otro, que le sirve como espejo. Entonces nosotros no somos jueces de nadie, cada uno nos vamos a juzgar a sí mismo con vara de hierro, sin ninguna caridad nos vamos a juzgar, pero no necesitamos jueces aquí’, el que quiera ser juez de otro tiene que prepararse muy bien, haber muerto mucho para servir de juez y sin embargo no tiene derecho a señalar.


Fíjense que las Jerarquías superiores no nos señalan a nosotros, nos hacen ver los errores pero sin señalarlos, nosotros estamos en el deber de hacer lo mismo con los demás.


Estoy señalando ahora el fanatismo y lo condeno a muerte, pero no voy a ponerme a señalar, estoy hablando en plural, cada uno se estudia a sí mismo, mira sus actuaciones y sobre eso va trabajando.


Lo importante en nosotros es estudiarnos a sí mismos.  Un fanático es muy conocido, por ejemplo, ve que llega un señor en malas condiciones o necesita algo —dice el fanático—, está pagando karma, que se lo lleve el Diablo, ¿Qué es eso?, fanatismo. A uno no le importa que la persona esté pagando karma o no lo esté, lo importante es sacarlo del apuro en que se encuentra y listo. Ese es un deber de uno, ¿pero si le dejamos todo al karma? El fanático todo se lo carga al karma y no todo es karma, hay veces que una persona está pasando por un proceso, que le vienen pobrezas, enfermedades, lo calumnian, viene el proceso terrible y entonces todo el mundo dice que es karma, nadie se conduele de uno y lo que hay ahí es un fanatismo.


La Gnosis se compone de detalles, la Gnosis no es cuestión de que se va a purificar uno solo, si nosotros nos miramos, son miles y miles de detalles los que tenemos nosotros que corregir, son mínimos, que uno cree que no es nada y es mucho para el camino iniciático. Entonces es coger y pulirse uno diariamente, cada uno individualmente sin decírselo a nadie porque no tenemos por qué confesarnos con nadie de lo que estamos haciendo. Trabajar uno callado y en silencio, e irse quitando esos detallitos que ve uno que le perjudican y ahí va buscando la línea.  Una persona que no escucha una sugerencia es una persona orgullosa y fanática, porque nosotros estamos aprendiendo en una escuela, yo estoy aprendiendo de ustedes y ustedes están aprendiendo de mí, no es que yo esté enseñando, estamos intercambiando y para intercambiar tenemos que escuchar a los unos y a los otros las sugerencias o consejo que nos den, aprendiendo a escuchar se va ascendiendo, si queremos mandar debemos aprender primero a obedecer y así mandaremos, de lo contrario estamos equivocados.


En muchas cosas está metido el fanatismo, por ejemplo, que si se entra con el pie izquierdo al Templo es negativo, que debe ser con el derecho, negativo es lo que tiene uno dentro de sí. O en un centro de estudio donde no se deja dirigir una cadena de fuerza a las damas, porque es revolucionaria y la mujer es un elemento pasivo, eso me da risa, fíjense hasta dónde llega el machismo, creernos los superhombres, los más machos, queriendo siempre descartar a la mujer, siendo que tiene los mismos derechos que tenemos nosotros. ¿La mujer es lunar y nosotros qué somos?, lunares también, mientras no fabriquemos nuestros cuerpos solares, somos lunares. Estas son cosas que le sacan los fanáticos.


Nosotros necesitamos en el Movimiento Gnóstico gente de mente abierta, que aprenda a escuchar a los demás y no cerrarse en que “yo soy el que sabe más, porque tengo tantos años en el Movimiento”, porque a eso apela el fanático.


Vuelvo a repetir, cada uno de ustedes examínese dentro de sí y empiece a votar el fanatismo y a comenzar el trabajo verdadero, que es lo que nos va a sacar adelante.  El fanatismo lo que hace es enterrarnos, hacernos inútiles, seres inservibles, fuerzas mediocres, para allí nos lleva el fanatismo.


De modo pues, quiero que todo el mundo se revolucione, avance como verdadero soldado en el campo de batalla, sin fanatismo, vamos todos a unirnos, a trabajar unidos, de verdad, de hechos y verán ustedes los resultados que puede dar el Movimiento Gnóstico a través de cada uno de nosotros.


Hay que ver los frutos y un fanático jamás verá frutos.  Un fanático es una víctima del abismo porque ni hace ni deja hacer y cuando alguien se lanza a trabajar, a realizar algo, son los primeros en caerle y señalarlo, ¿por qué?,  porque ellos no hacen nada, ni quieren que otro haga. A esos extremos nos lleva el fanatismo.


Por eso me voy en contra del fanatismo y esto es una orden, de hoy en adelante el enfermo fanático lo denuncian, que yo ligerito lo voy a sacar de los cargos que tengan y será prohibido terminantemente volverle a dar cargos a esos fanáticos.