Cultivar la capacidad y la
eficiencia sin la comprensión de la vida, sin el conocimiento de sí mismo, sin
una percepción directa del proceso del MÍ MISMO sin un estudio detenido del
propio modo de pensar, sentir, desear y actuar, sólo servirá para aumentar
nuestra propia crueldad, nuestro propio egoísmo, aquellos factores psicológicos
que producen guerra, hambre, miseria, dolor.
Ante todo es necesario conocer las
leyes del Trabajo Esotérico Gnóstico, si es que en realidad de verdad queremos
un cambio radical y concientivo. En nombre de la Verdad diremos, que si por
alguna parte hemos de empezar a trabajar sobre sí mismos, tiene que ser en
relación con la mente y con el sentimiento.
Sería absurdo empezar a trabajar con
el Centro Motor, por ejemplo, que como ustedes ya saben se relacionan con los
hábitos, costumbres y acciones de tal órgano o de tal Centro; obviamente esto
sería como empezar con un fakirismo absurdo. Y a propósito de fakires, en la
India hay fakires que, por ejemplo, levantan un brazo en alto y lo sostienen
por tiempo indefinido, hasta que llega a quedar rígido. Hay otros que
permanecen firmes en un sólo lugar durante 20 y 30 años, hasta convertirse en
verdaderas estatuas. Y después de todo, ¿qué es lo que ganan esos fakires?
Desarrollar un poco la fuerza de la voluntad y eso es obvio. No podemos pensar
que ellos vayan a crear el Cuerpo de la Voluntad consciente, es claro que no.
No se puede crear ningún Cuerpo
fuera de la Novena Esfera. Si fuera posible crear algún Cuerpo en ausencia de
la Novena Esfera, nosotros hubiéramos nacido pues, del aire, en algún lago,
entre una roca, no seríamos hijos de un hombre y una mujer. Pero somos hijos en
verdad de un hombre y de una mujer. Entonces, la Creación se realiza en la
Novena Esfera, eso es obvio.
Así pues, ningún fakir podría crear
el Cuerpo de la Voluntad Consciente lejos de la Novena Esfera. Nada ganan pues
los que se dedican al fakirismo, excepto que desarrollan un poco la fuerza de
la voluntad, Empezar pues con el Centro Motor sería absurdo. Empezar a trabajar
con el Centro Sexual sin tener una información correcta del Cuerpo de Doctrina Gnóstica,
aún más, porque el que comienza en esas condiciones no sabe lo que está
haciendo, no tiene conciencia clara del Trabajo en la Forja de los Cíclopes,
puede caer, es obvio, en gravísimos errores.
Recordemos que primero es el Centro
Intelectual, segundo el Emocional, tercero el Motor, cuarto el Instintivo,
quinto el Sexual. Existe también el sexto que es la Emoción Superior, y el
séptimo que es el Mental Superior. Pero si no empezáramos en realidad de verdad
con los centros inferiores de la máquina humana, caeríamos en el error.
Antes que todo, en estos estudios
debemos empezar con los Centros Intelectual y Emocional. Necesitamos en verdad
cambiar nuestra forma de pensar, de lo contrario marcharemos por el camino del
error.
¿De qué serviría, por ejemplo, que
ustedes asistieran a estas cátedras y no cambiaran su forma de pensar? Aquí se les
dan ejercicios esotéricos, se les orienta doctrinariamente, pero si ustedes no
cambian su forma de pensar, ¿de qué les sirve todo lo que aquí se les dice?
Se les dice que hay que disolver el
EGO, que hay que sacrificarse por la humanidad, se les dice que hay que crear
los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser; pero si ustedes continúan
pensando como antes, con los mismos hábitos mentales de otros tiempos, ¿de qué
sirve todo lo que aquí están escuchando? Se les dice que tienen que desintegrar
el EGO pero ustedes continúan con sus viejos hábitos mentales, con sus formas y
sistemas caducos de pensar, entonces, ¿de qué les sirve la información que se
les está dando?
En las Sagradas Escrituras se habla
muy claramente y precisamente sobre aquello del «vino viejo y el vino nuevo»;
que nadie echaría, por ejemplo -dice el Cristo- «vino nuevo en odre viejo»,
porque los odres viejos se romperían. Así pues, que para el vino nuevo se
necesita odres nuevos. También dice el Gran Kabir Jesús que a nadie se le ocurriría
remendar o poner remiendos en ropa vieja con pedazos, dijéramos, de ropa nueva.
Es ingrato, por ejemplo, romper un traje nuevo para remendar uno viejo. Eso sería
absurdo, ¿verdad?
Así también esta nueva Enseñanza es
como el vino nuevo, necesita odres nuevos. ¿Cuál es este ODRE? La Mente, Si no
abandonamos las formas caducas de pensar, si seguimos pensando en los hábitos que
antes teníamos, sencillamente, estamos PERDIENDO EL TIEMPO.
Se necesita CAMBIAR la forma de
pensar. Para vino nuevo, odre nuevo se necesita. Así pues, necesitamos cambiar
completamente nuestra forma de pensar a fin de recibir esta Enseñanza: ese es
el punto grave de la cuestión. Porque si recibimos esta Enseñanza y la añadimos
a la vieja forma de pensar que teníamos antes, a nuestros viejos hábitos
mentales, nada estamos haciendo. Lo que estamos es engañándonos a sí mismos.
Querer enganchar «el carro» de la
Enseñanza Gnóstica a nuestro viejo «carro», todo dañado por el tiempo, lleno de
basuras e inmundicias.
Toca ante todo de preparar un
recipiente para recibir el vino de la Enseñanza Gnóstica. Ese recipiente es la
MENTE. Sólo así, con un recipiente nuevo, transformado, puede recibirse el vino
de la Enseñanza Gnóstica. Y eso es lo que quiero que todos los hermanos vayan
comprendiendo.
Necesitamos que las emociones
negativas sean eliminadas de nosotros, porque esas emociones negativas pues no permiten
un cambio de fondo. Es imposible transformarnos si aún poseemos dentro de
nosotros emociones negativas. Nosotros tenemos que erradicar de nuestro corazón
las emociones de tipo negativo, que son verdaderamente perjudiciales en todo
sentido. Una persona que se deja llevar por emociones negativas, se vuelve
mentirosa en un cien por cien, de manera que las emociones negativas lo tornan
a uno mentiroso. Pónganse ustedes atentos como mienten, lanzan juicios falsos y
luego se arrepienten. Pero ya es tarde.
Así pues, debemos eliminar de nuestra
naturaleza las emociones negativas, la MENTIRA ciertamente es una conexión
falsa, porque mermamos la Energía del PADRE, la vida del Anciano de los Días,
es decir, de nuestro Ser Interior Profundo que fluye a través de la Organización
Cósmica interior hasta llegar a la Mente. Si nosotros hacemos una conexión
falsa, entonces ya no puede fluir esa Energía. Es como si se cortara el alambre
eléctrico, entonces la energía eléctrica no llega al foco que nos iluminaría.
Así pues, la mentira, ya les dije y
repito, es una conexión falsa. Cuando joven uno se llena de emociones
negativas, se torna mentiroso. Esa es la cruda realidad de los hechos. Si
nosotros verdaderamente comprendemos todo esto, y empezamos por cambiar nuestra
forma de pensar y de sentir, muy pronto esto se reflejará en nuestra persona.
Una vez que uno ha cambiado su forma
de pensar, sentir y actuar, entonces está perfectamente listo para empezar a
Trabajar en los Misterios del Sexo. Cometeríamos un grave error si
permitiéramos que las gentes comiencen de una vez a Trabajar en la Novena
Esfera sin conocer siquiera el Cuerpo de Doctrina. Eso es absurdo, porque las
gentes que no han cambiado su forma
de pensar, que continúan con sus mismos hábitos, las gentes que tienen su misma
forma de sentir, que son víctimas de las emociones negativas, no comprenden estos
Misterios del Ser sin destrozarlos. Entonces, ¿por qué no se insiste en que
primero se conozca la Ciencia, para luego entrar a Trabajar en la Novena
Esfera? Tiene razón en esto Felipe Teofasto Bombastro de Honeinghen, Aureola
Paracelso.
Empecemos pues por cambiar nuestra
forma de pensar, de sentir. Muchos reciben enseñanzas esotéricas pero si
continúan pensando como antes, como pensaban hace 20 años. ¿Qué esperan
entonces? Estamos perdiendo el tiempo. Si se les ha dado a las gentes las
Enseñanzas para que se Auto-Realicen, para que cambien y si continúan pensando
como antes, obviamente marchan muy mal.
Conozco el caso de algunas personas
que tienen 20 ó 30 años en la Enseñanza Gnóstica. Y todavía piensan como
pensaban hace 20 ó 30 años. Muy ilustrados, sí, manejan muy bien las ideas pero
si uno les examina detenidamente todas sus costumbres, verá que son las mismas
que tenían antes. Conozco otros hasta muy juiciosos, cumplidores de sus
deberes, que platican muy bien sobre el amor, que manejan el Cuerpo de doctrina
en forma extraordinaria, pero los he estado observando y resulta que actúan
como cuando no eran Gnósticos. Actúan como actuaban hace años atrás, tienen las
costumbres viejas que tenían cuando nada sabían sobre estos Estudios, continúan
con esas mismas viejas costumbres, ¿qué están haciendo estas personas,
entonces? Obviamente se están auto-engañando miserablemente, eso es obvio.
Así pues, hemos de empezar por
cambiar nuestra forma de pensar y después la forma de sentir, tener el vino
nuevo, el vino Gnóstico en odre nuevo, no en odre viejo.
Una Mente decrépita, llena de
hábitos viejos, de hábitos de hace 20 y 30 años atrás, no está preparada para recibir
el vino de la Gnosis. Una mente así necesita forzosamente pasar por un cambio
total, de lo contrario, está perdiendo el tiempo miserablemente.
En el mundo oriental no se ignora
que la gente está dormida, nadie lo ignora, pero en el mundo occidental la
gente cree que está despierta y, sin embargo, hacen cosas que no quieren hacer.
Se lanzan a la guerra, más no quieren ir a la guerra, pero siempre van aunque
no quieran, ¿por qué? Porque están HIPNOTIZADOS. Ustedes saben que si a un
sujeto hipnotizado, por ejemplo, le ordenamos que vaya a matar a alguien, va y
lo mata. Eso ya está previsto en el Código Penal de todos los países de la
Tierra. Así también sucede con las gentes de todas las latitudes, están
HIPNOTIZADOS pero creen que están despiertos.
Si se les dice que ha llegado la
hora de ir a la guerra, van a la guerra, no quieren ir, pero van. ¿Por qué?
Porque están hipnotizados. Eso es gravísimo, tremendamente bestial. ¿Que
necesitamos salirnos del sueño hipnótico? Es verdad, pero vamos a ver, ¿cómo salimos
del sueño hipnótico? Si estamos contentos con nuestros hábitos mentales, con
nuestros sistemas de razonar, con nuestros hábitos sentimentales, con nuestros
hábitos o costumbres adquiridas, por la herencia y por la familia, entonces, aunque
escuchemos las Enseñanzas, sencillamente, estamos perdiendo el tiempo.
Pregúntense ustedes a sí mismos,
¿para qué han venido?, ¿Con qué objeto recibimos las Enseñanzas? Si están aquí
reunidos por mera curiosidad, vale más que no hubieran venido. Si de verdad les
ha nacido el anhelo de cambiar, pero continúan muy contentos con sus viejas
formas de pensar, sencillamente se están auto-engañando.
Si ustedes quieren enganchar el
«carro» de la Gnosis a sus viejos códices carcomidos por el tiempo y podridos
hasta el tuétano de los huesos, pues, están haciendo un juego muy tonto, que a
nada les conduce. Así pues, no nos engañemos a nosotros mismos. Ustedes quieren
cambiar, ya lo sé; empecemos por cambiar nuestra forma de pensar.
Cada cual tiene su forma de pensar y
cada cual cree que su forma de pensar es la más correcta. En realidad, de
verdad, las diversas formas de pensar de cada cual o de todos en conjunto, de
correcto no tienen nada, porque están hipnotizados. ¿Cómo puede pensar correcto
una persona hipnotizada? Pero ustedes creen que están pensando correctamente.
He ahí su error.
Hábitos mentales no sirven. Si es
que quieren cambiar de verdad, aquí tienen la Enseñanza nueva, aquí tienen el
vino de la Gnosis. Pero por favor, traigan odres nuevos para ese vino, no odres
viejos; porque el vino nuevo rompe los odres viejos.
Me interesa darles clara la
Enseñanza a los hermanos, pero darla seriamente, y por eso les invito a cambiar
su forma de pensar.
¿Han reflexionado acaso ustedes
sobre qué es la Conciencia? ¿Es que acaso podríamos comparar la Conciencia?
Mas, hay un poco de luz que se dirige de un lugar a otro, eso es obvio.
La Conciencia debemos aprender a
aprovecharla donde debe ser colocada. Donde esté nuestra Conciencia, allí
estaremos nosotros. Ustedes me escuchan en este momento, pero, ¿están seguros
de que la Conciencia de cada uno de ustedes está aquí? Si está aquí me place,
pero, ¿estamos seguros de que está aquí? Puede ser que esté en la casa, en la
cantina, puede ser que esté en el supermercado y que aquí tan sólo estemos
viendo la Personalidad de tal o cual hermano.
Así pues, donde esté la Conciencia,
allí estamos nosotros. Lo que hay que hacer es aprender a aprovecharnos
inteligentemente de donde debe de ser colocada. Si colocamos nuestra Conciencia
en una cantina, se procesará en virtud de la cantina; si la colocamos en una
casa de citas, se procesará allí; si la colocamos nosotros en un mercado,
tendremos un buen mercado o un mal mercado. Donde quiera que esté la
Conciencia, allí estaremos nosotros.
La Conciencia está desgraciadamente
embotellada. Y un YO de la lujuria podrá llevar nuestra Conciencia pues a una
casa de citas; un YO de la borrachera, se la podrá llevar a una cantina; un YO
codicioso se la llevará por allá, a algún mercado; un YO festivo se la llevará
por allá a la casa de algún amigo, etc. ¿Acaso a ustedes les parece correcto no
saber orientar la Conciencia?
Tengo entendido que es absurdo
llevarla a lugares donde no debe estar, y eso es obvio. Desgraciadamente,
repito, nuestra Conciencia está actualmente enfrascada y embotellada dentro de
los distintos elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos.
Necesitamos quebrar todos los
elementos indeseables dentro de los cuales se haya embotellada la Conciencia. Pero
díganme, ¿haríamos eso si no CAMBIÁRAMOS NUESTRA FORMA DE PENSAR, si estamos
contentísimos con nuestros viejos hábitos caducos y extemporáneos que tenemos
en la Mente?, ¿Nos preocuparíamos, acaso, por despertar la Conciencia? Es claro
que no.
Si se quiere cambiar vamos a cambiar
desde ahora mismo, a cambiar nuestros hábitos mentales, nuestra forma de
pensar. Cuando uno cambia de verdad, origina cambios interiores. Cuando uno cambia
su forma de pensar, puede entonces cambiar totalmente en su interior.
¿Cómo puede uno decir que va a
provocar un cambio en su Conciencia interior si la deja llevar para donde los
YOES quieren? Nosotros realmente no sabemos usarla y eso es verdaderamente
lamentable. Si queremos un cambio, pero de fondo, debemos también ir
aprendiendo a saber que cosa es eso que se llama Conciencia.
En el Mundo Oriental se nos ha dicho
que antes que nazca el Bodhisattva debe existir en nosotros el Bodhisita. Pero antes
de todo, ¿qué cosa es eso que se llama Bodhisattwa? Algunos de ustedes lo
sabrán y otros no. H.P. Blavatsky dice que una vez que se posee los cuerpos
Causal, Mental, Astral y Físico se es un Bodhisattva. El Alma Humana, el Alma
Causal, vestida con tales Cuerpos, es un Bodhisattva, es el Alma humana, revestida
con los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser.
En el Budhismo del Mahayana o Mahayani,
no reconocen como Bodhisattva sino a aquellos que se han sacrificado por la Humanidad
a través de sucesivos Mahanvantaras.
Hay dos clases de Bodhisattvas, dice
el Budhismo Mahayánico. Primero, los Buddhas Prayetas, o mejor dicho, los
aspirantes a Buddhas Prayetas. Estos no se sacrifican por la Humanidad jamás,
nunca dan su vida por sus hermanos, y es claro, jamás encarnan al Cristo
Intimo. Los otros son verdaderamente los Bodhisattvas, aquellos que han
renunciado a la felicidad del Nirvana por Amor a la Humanidad, aquellos que en
distintos Mahanvantaras han entregado su sangre por la humanidad. Prefiriendo
vivir felices en el Nirvana, han renunciado a cualquier felicidad por sus
hermanos en la Tierra; son los únicos que verdaderamente pueden encarnar al
Cristo.
Pero volvamos a esto del Bodhisita.
¿Qué es el Bodhisita? La Conciencia ya despierta, desarrollada, convertida en el
Embrión Áureo. Es pues, la verdadera armadura argentada que nos puede proteger
de las potencias de las tinieblas y que nos da la Sapiencia y la Experiencia.
Antes de que surja el Bodhisattva en
el interior de alguien, surge el Bodhisita; es decir, la Conciencia despierta y
desarrollada. Vean ustedes pues, cuánto vale ese don que se llama Conciencia.
Es lástima que la humanidad tenga la Conciencia enfrascada dentro del EGO. Y es
claro, que mientras las gentes continúen pensando como piensan, sintiendo como
sienten y con sus mismas viejas costumbres rancias, no podrán despertar la
Conciencia, continuará aquélla hipnotizada. Y como secuencia o corolario
diremos que nunca surgirá entonces el Bodhisita.
Cuando el Bodhisita, que es la
conciencia desarrollada y despierta, surge en uno, en el aspirante, entonces
pronto aparece el Bodhisattva. Obviamente el Bodhisattva se va formando dentro
del clímax psicológico del Bodhisita. Es grandioso el Bodhisita.
En realidad, de verdad, mis caros
hermanos, es grande cuando uno verdaderamente cambia su forma de pensar, porque
entonces, y sólo entonces, trabajará para despertar la Conciencia. Entonces, y
sólo entonces hará un Trabajo serio que lo conduzca al nacimiento del
Bodhisita; antes no es posible.
Vivimos en un mundo desgraciadamente
doloroso, todos ustedes están llenos de dolor, de sufrimientos. Felicidad no
existe en este mundo, no es posible. Mientras haya EGO, tiene que haber dolor.
Mientras continuemos con nuestra
forma rancia no podemos ser dichosos. Mientras seamos víctimas de las emociones
negativas, cualquier género de felicidad se hace imposible. Nosotros
necesitamos en verdad, llegar a la Felicidad.
No podríamos conseguir tal logro si no
despertáramos la Conciencia. Y no despertaríamos la Conciencia si continuáramos
con la forma que actualmente tenemos de pensar. Así pues, conviene que veamos
cómo estamos pensando, cambiemos esa forma anticuada del pensamiento y
preparemos nosotros odres nuevos, para el Vino nuevo que es la Gnosis, y así
trabajaremos de verdad.
Este mundo se sostiene con las Leves
de Causa y Efecto, que son las Leyes del Karma. También se les llama, Acción y
Consecuencia: tal acción, tal consecuencia. Este es un mundo bastante complejo,
es un mundo de asociaciones, combinaciones múltiples y abismos incesantes,
lucha de los opuestos, etc. En estas circunstancias no es posible que exista en
este mundo la Felicidad.
Cada uno de nosotros tiene que pagar
su Karma, estamos llenos de deudas. Ese Karma obviamente nos trae mucho dolor,
mucha amargura, no somos dichosos.
Muchos piensan que podríamos llegar
a la Felicidad a través de la mecánica de la Evolución, y también la de la Involución,
constituyen el eje mecánico de esta maquinaria que se llama Naturaleza.
Hay Evolución en el grano que
germina, en la planta que se desarrolla y, al fin, da frutos. Hay Involución en
la planta que ya entra en decrepitud y, por último, se convierte en un montón
de leños. Hay Evolución en el niño que se forma en el claustro materno, en la
criatura que nace, que crece, que se desarrolla y vive a la luz del sol. Más
también existe la Involución en el ser humano que envejece, decrece, entra en
decrepitud y, al fin, muere. Eso es completamente mecánico.
También es mecánica la Ley del Karma
en cierto sentido, mirado a la luz de las doce Nidanas. Lo que necesitamos es
liberarnos, precisamente, de la Ley del Karma; Necesitamos liberarnos de ese movimiento
mecánico de la Naturaleza. Necesitamos hacernos libres, y no será posible
mediante la Evolución mecánica.
La Evolución mecánica se procesa de
acuerdo con Leyes de Causa y Efecto, la Ley de las Asociaciones y Combinaciones
Múltiples, etc. Lo que es mecánico es mecánico. Nosotros necesitamos liberarnos
de la ley de la Evolución y también de la Involución, necesitamos dar un gran
salto para caer en el Vacío Iluminador.
Obviamente pues, existe una
antítesis entre la teoría de la Relatividad que predicara Albert Einstein y el Vacío
Iluminador. Lo relativo es relativo, la maquina de la Relatividad funciona con
la Ley de los opuestos. En la lucha de las antítesis hay dolor, y eso no es
felicidad. Si queremos la auténtica Felicidad debemos salirnos de la ley de la
mecánica ésta de la Relatividad.
Apenas si tendría unos 18 años
cuando quise dar el gran salto, pasar más allá del tiempo y evidenciar eso que
no es del tiempo, eso que podríamos llamar la experiencia del Prajna Paramita
en el más crudo realismo. No está de más enfatizarles a ustedes la noticia de
que tales vivencias tuve que repetirlas tres veces.
En el Vacío Iluminador no existe dualismo
conceptual de ninguna especie; la maquinaria de la Relatividad no funcionaría
en el Vacío Iluminador, la Ley de las Mutuas Combinaciones, de Asociaciones Mecánicas
no es posible en el Vacío Iluminador. Toda la Relatividad de Einstein quedaría,
destruida en el Vacío Iluminador.
Indubitablemente la experiencia del
Vacío Iluminador sólo es posible en el estado del Shamadi, o como se dijera
también en el Indostán, de Prajna Paramita.
En el Vacío Iluminador no existen
formas de ninguna especie. Podría decirse que allí pasa uno más allá del
Universo y de los Dioses. En el Vacío Iluminador podría haber una respuesta
correcta a aquello de que «Sí todo el Universo se reduce a la Unidad, ¿a qué se
reduciría la Unidad?»
Tal respuesta no es posible para la
Mente Lógica, o por lo menos con la Mente que funciona de acuerdo con la Lógica
Formal. En el Vacío Iluminador no es necesaria tal respuesta sino que admite
una realidad potente en sí misma. «Todas las cosas se reducen hacia la Unidad,
la Unidad también se reduce a todas las cosas». Entonces se penetra en ese
estado de Maha-Shamadi dijéramos, se vive en todas las cosas desprovisto de
todo, y esto, de por sí, ya es grandioso, sublime e inefable.
El Vacío Iluminador sólo es posible
mediante el gran salto y a condición de haber pasado por la Aniquilación
Budhista total, de lo contrario no sería posible.
En aquella época aún no había pasado
yo por la Aniquilación Budhista, y, obviamente, a medida que me acercaba a la
Gran Realidad, la Conciencia se expandía en forma desmesurada. Es obvio que en
esta situación, no habiendo pasado por la Aniquilación Budhista, sentí indecible
terror, motivo por el cual regresé a mi Universo de la Relatividad de Einstein.
Repito, tres veces experimenté pues el Vacío Iluminador.
Existe una Intuición de tipo
trascendental, porque en el terreno de la Intuición, o en el Mundo de la
Intuicionalidad, hay distintos grados de Intuición. Incuestionablemente, el más
elevado grado Intuicional es el de las mentes filosófico-religiosas o
filosófico- místicas, es el tipo de Intuición que corresponde al Prajna
Paramita.
Tal facultad pues, me permitió pasar
más allá del Mundo del Vacío Iluminador, a la Gran Realidad.
Quiero afirmarles a ustedes en forma
enfática que este Camino de la Gnosis conduce a la Gran Realidad, está más allá
del Universo de la Relatividad; es decir, está más allá de las leyes mecánicas de
la Relatividad, más allá, mucho más allá del Vacío Iluminador. Mientras tanto, para
nosotros es necesario pasar por una suprema Aniquilación a fin de que la
Conciencia convertida en Bodhisita, totalmente despierta, pueda dar el gran
salto al Vacío Iluminador.
Ya les digo: tenemos que empezar por
cambiar nuestra forma de pensar para trabajar correctamente sobre sí mismos. No
podríamos concebir nosotros el Despertar de la Conciencia, el desarrollo del
Bodhisita, si antes no cambiamos nuestra forma de pensar.
Es necesario saber Meditar,
comprender lo que es la Técnica de la Meditación, el Objeto de la Meditación.
¿Qué es lo que queremos nosotros a través de la Meditación? Nadie podría tener
su mente en santa paz con ese pensar caduco y extemporáneo que carga. Nadie
podría tener paz en su corazón sino hubiese eliminado de sí mismo previamente
las emociones negativas y perjudiciales.
Cuando un Arhat Gnóstico se sumerge
en sí mismo, en esos instantes se pone a trabajar sobre algún elemento inhumano
que ha descubierto mediante la Auto- Observación.
Vamos a suponer que descubrió la
Ira. Entra entonces a comprender el agregado psíquico de la Ira con la ayuda de
su Divina Madre Kundalini, podrá invocarla para que le ayude una vez descubierto
agregado psíquico. Entonces Ella se propondrá desintegrar tal agregado para que
venga en su sustitución el Amor.
A medida que se vayan desintegrando
todos esos agregados psíquicos inhumanos que cargamos en nuestro interior, la
Conciencia irá despertando.
Mucho se ha hablado en la Gnosis
sobre el Sexo, mas debemos primero cambiar nuestra forma de pensar para que nos
hagamos más conscientes de la Enseñanza. Sólo así trabajaremos con éxito en la
Forja Encendida de Vulcano.