sábado, 7 de diciembre de 2019

Capítulo 8 - Preguntas Sobre las Tres Montañas



PREGUNTA. Maestro, cuando usted habla de cargar la cruz, ¿la cruz se entiende como el sexo o como el trabajo individual?


V.M.  RABOLÚ.  La  cruz  pesa  es  por  la  responsabilidad  del  Iniciado,  es  toda  la responsabilidad que tiene sobre sus hombros, esa es la cruz.



Recuerdo cuando me tocó, iniciando los Misterios del Fuego, cargar la cruz; en la Iglesia Gnóstica me pusieron la cruz, para que la cargara. El Maestro nos decía que-la cruz pesaba muchísimo, el Maestro nos decía eso en conferencias. Esa noche me ponen la cruz porque en la Iglesia, una hilera de Maestros, y otros por acá y uno con la cruz por el centro hasta llegar al Altar; me pusieron la cruz y era como haber echado ¿qué?, no, nada, un trapito al hombro. Pero entonces pensé yo -porque la mente de uno es así, negativa-, y yo pensé: "si esto es lo que pesa la cruz, que vengan cruces", pero lo pensé dentro de mí, no lo dije. Me respondió un Maestro adelante: "hoy no te pesa, mañana te pesará".



¡Claro! era la responsabilidad en esa época que tenía yo no era nada, entonces no pesaba la cruz. Hoy deseo que salga uno que me ayude a cargar la cruz, porque la cruz es demasiado pesada; es la responsabilidad de uno, en lo que enseña, en todo. Esa es una responsabilidad grandísima. Entonces la cruz pesa es por la responsabilidad que va adquiriendo uno, un compromiso  con  la  humanidad  y  con  las  Jerarquías,  eso  es  serio.  Bueno,  a  ver  otra pregunta.



PREGUNTA. Maestro, ¿las Iniciaciones Venustas, son las Iniciaciones de Luz?



V.M. RABOLÚ. Es que mire voy a decirle esto: aquí pasamos una Iniciación Venusta pero hablémosle, como muy subjetivo; aquí es mucho más objetivo, ya aquí son las Iniciaciones de verdad verdad, Venustas y lo último ya, es la Luz. La Iniciación Venusta ya es la última, la propia, pero tiene que pasar por tres etapas.



PREGUNTA. O sea, ¿existe la parte de Iniciaciones Venustas en la Primera Montaña?



V.M. RABOLÚ. Aquí pasa uno en la Sexta Dimensión, cuando llega uno a fabricar su Cuerpo Causal, pasa esa Iniciación, pero entonces no es tan poderosa como la última, no es tan poderosa como la última.



Sí,  recibe  uno  mucha  información,  mucha  luz,  todo,  pero  entonces  nunca  se  puede comparar con la de aquí o con la última, que es la legítima ya.



Es que a uno le van dejando ver la luz a uno por poquito; para eso son las Iniciaciones, para ver cómo al recibir un grado o una facultad, alguna cosa, cómo actúa uno. Si actúa mal, pues puede perder todo, si se envanece.



COMENTARIO. Se tiene entendido que en la Segunda Montaña el Iniciado está además

trabajando en los infiernos de los planetas...



V.M. RABOLÚ. Es que mire, desde aquí empieza uno a bajar, desde la Primera Montaña. Aquí para dar un paso hacia arriba, tiene que bajar primero, o si no no puede ascender; tiene que bajar primero a los infiernos, para después poder subir. Esa es una Ley



PREGUNTA. ¿De la tierra y de otros planetas también?



V.M. RABOLÚ. Todos los diferentes planetas, los infiernos de cada planeta.



PREGUNTA. ¿Entonces se tienen yoes en otros planetas?



V.M. RABOLÚ. Nosotros tenemos raíces del ego en todos esos infiernos atómicos de otros planetas, tenemos raíces y tenemos que ir, no a cortarlas de una vez, sino a investigar por sí mismos las cosas para poder ir despegando y tener acceso a ascender una dimensión más o más dimensiones; de lo contrario no puede ascender uno.



No vayan a hacer como hacía yo, cuando me tocaba en la Primera Montaña bajar a los infiernos.  Yo  bajaba  era  con  espada  en  mano  como  un  gallo  fino,  buscándole  pelea, sacando esos pobres diablos corriendo y no investigaba; hasta que me llamaron la atención los Maestros, porque por un lado era agresividad mía y por otro lado, perdía la oportunidad de investigar. Entonces uno allá tiene que hacerse amigo, cuate, de los diablos para poder investigar o si no, no lo dejan; no ve, ese es el problema.



PREGUNTA. Maestro, ¿Porqué cuando en estas épocas de las fiestas del Cristo, Semana

Santa, en Navidad, se pone uno de fiesta, se viene abajo?



V.M. RABOLÚ. Mire, los diablos festejan la Semana Santa como un triunfo de ellos, porque mudó el Cristo, ¿no? Si nosotros nos metemos también en ese mismo plan, estamos festejando la muerte del Cristo; entonces uno nunca debe estar en parrandas, en esas cosas, debe haber recogimiento, silencio, meditación en su casa, sin escándalo ninguno, para no imitar a los diablos uno, o no caer en el mismo plan de un demonio.



PREGUNTA. ¿Eso es sólo en Semana Santa o también en Navidad?



V.M. RABOLÚ. Porque fue la muerte y resurrección del Cristo. Cuando murió toda la logia Negra pegó el grito de felicidad, porque fue un triunfo para ellos, porque creían que él se quedaba ahí; que ya se había acabado esa contraparte de ellos y entonces ahí fue el triunfo de Él, del Cristo, ahí fue el triunfo de Él, porque como se dice esotéricamente, pregunta uno por un Maestro o por un Iniciado, le dicen: "tragó tierra", le contestan a uno, "ese tragó tierra". Pasó por la muerte y resurrección del proceso del Cristo. Muere para nacer de verdad, o dicen también, le contestan a uno: "se lo tragó el Absoluto", porque se habla esotéricamente así, tragó o vomitó. Entonces cuando uno se libera, preguntan, ¿y fulano?, ¿el Maestro fulano? "Se lo tragó el Absoluto", ya se sabe que se liber6, ya llegó a la Liberación.



PREGUNTA. Maestro, regresando a las Iniciaciones Venustas, ¿en la Tercera Montaña

son siete Iniciaciones de Luz?



V.M. RABOLÚ. Son siete Iniciaciones de Fuego, siete de Oro y siete de Luz.



PREGUNTA. El Maestro Samael nos habló de las Serpientes de Luz; ¿hay que levantar también siete serpientes?



V.M. RABOLÚ. Las Serpientes de Luz Vienen a ser las de la Tercera Montaña, ya que esa es la Luz de verdad. Aquí las Serpientes de Oro o las de la Luz también se les dice, pero una luz menos visible que las Serpientes de Luz. Cuando uno coge la Tercera Montaña todo se vuelve Luz, es un Iluminado.



PREGUNTA. En la Primera Montaña, ¿tiene que levantar siete serpientes?



V.M. RABOLÚ. Todas, ahí no hay excepción ninguna.



PREGUNTA. ¿Siempre mediante la magia sexual?



V.M. RABOLÚ. Acá arriba sí se necesita, porque en todas las dimensiones se practica, pero depende del cuerpo que esté uno fabricando, se va practicando en la dimensión que corresponde al cuerpo que, uno está fabricando; pero siempre la magia sexual aquí, es un hecho que hay que hacerlo.



Hasta las puertas del Absoluto se necesita ese factor nacer, porque es el que produce la energía para poder cristalizar los cuerpos internos; si no hay esa fuente de energía aquí,



¿Cómo podría uno fabricar los Cuerpos Solares o Existenciales del Ser? No podría, no habría materia prima, entonces se necesita la transmutación hasta las puertas del Absoluto.



Cuando entró al Absoluto ya queda prohibido, terminantemente.

Bueno, hagan más preguntas sobre el tema, porque si no me da rabia... (Risa).



PREGUNTA. Es una pregunta, que es sobre el final de la Primera y la Segunda. ¿Eso de pedir el Elixir?



V.M. RABOLÚ. El Elixir de la larga vida, lo consigue uno aquí.



PREGUNTA. ¿Puede explicar por qué unos Maestros lo piden y otros no?



V.M. RABOLÚ. Bueno, unos lo piden y otros no lo piden por este motivo: que muchas veces el cuerpo físico ya está desgastado, demasiado, entonces ese Maestro como que le estorba el cuerpo, no responde el cuerpo a las inquietudes del Maestro; entonces prefieren no pedir el elixir de la larga vida para cambiar de cuerpo, ¿no? Eso es todo.

PREGUNTA. En este proceso de las Montañas, el Iniciado tiene que cocinar un Ánfora; podría  usted  decirnos  exactamente  ¿qué  es  esa  Ánfora  y  cómo  se  relaciona  con  las Iniciaciones?...  De  cocinar  una  Ánfora  en  la  cual  el  Cristo  vierte  esa  comida  de  la inmortalidad.



V.M.  RABOLÚ.  Mire,  eso  tiene  diferentes  nombre  esotéricamente.  Esa  ánfora  es  la sublimación, la sutilización de la misma energía para poder crear, refinar esa energía hasta convertirla  en  una  Luz  mucho  más  poderosa,  o  sea,  hay  que  sacar,  como  dicen  los Maestros,  sacar  y  resacar,  ¿no?;  afinar  más  las  energías.  Se  dice  en  otros  términos: "Templar más la espada, templar más la espada"; entonces es cuestión de terminología, pero en síntesis es eso.



PREGUNTA. Maestro, en la Primera Montaña se crea el cuerpo Astral, Mental, Causal.

¿En la Segunda Montaña también se crean estos cuerpos?



V.M. RABOLÚ. Pero ya, de Oro.



PREGUNTA. ¿Y en la Tercera Montaña?



V.M. RABOLÚ. Ya estos cuerpos mueren para que nazcan los de Luz.



PREGUNTA. O sea, pero también Astral, Mental, Causal ¿ya...?



V.M. RABOLÚ. Todo pero entonces se va resumiendo, sí, se resume mucho el trabajo ahí.



PREGUNTA. Maestro, ese trabajo que nos dice usted en la Segunda Montaña, de trabajar con los yoes causas en el espulgue de la conciencia; ¿es el mismo trabajo con los detalles, aquí en lo físico?



V.M. RABOLÚ. Esos detalles que yo les estoy enseñando a ustedes, le sirven como disciplina para uno poder espulgar la conciencia y acabar con el Yo Causa. Porque ya está uno disciplinado aquí con los detalles, porque el Yo Causa son detalles diminutos, cosas que nosotros todavía ni entendemos; entonces si nosotros tenemos esa disciplina aquí para acabar con los yoes, esa disciplina nos sirve allá para acabar con los Yoes Causa, porque ya está uno educado a ese trabajo.



PREGUNTA. ¿Pero ese trabajo es el final de la Segunda Montaña?



V.M. RABOLÚ. El final de la Segunda y el principio de la Tercera.



PREGUNTA. Maestro, las Mónadas que ingresan al Absoluto sin autorrealización, ¿tienen otra oportunidad?



V.M.  RABOLÚ.  No,  quedan  rezagadas  para  siempre,  nunca  más  se  les  dará  la oportunidad. Les dieron el tiempo suficiente para que hicieran su trabajo y no lo hicieron, por pereza; como existe ese libre albedrío, nadie las puede obligar, entonces no les pareció, no les pareció, nadie las va a obligar, entonces pierden esa oportunidad y perdida para

siempre; y en ese caso que les dieran otra oportunidad harían lo mismo, vuelven a repetir lo mismo, ¿entonces para qué?



PREGUNTA. ¿Qué diferencia hay entre Atman, Budhi y Manas y Padre, Hijo y Espíritu

Santo?



V.M. RABOLÚ. Atman, Budhi y Manas son fragmentos de la Mónada, pero aquí están podríamos decirle en embrión; esos fragmentos, aquí ya crecen más, que son los mismos. Aquí están desarrollados ya, y aquí es un fragmento, nada más



PREGUNTA. En la Primera Montaña se llaman, Atman, Budhi y Manas; en la Segunda se llaman Padre, Hijo y Espíritu Santo y en la Tercera, ¿cómo se llama?



V.M. RABOLÚ. La Tercera ya llega es la unidad, ya a la Unidad, ya ahí no hay más

Tríadas sino se tiene que reducir la Tríada a la Unidad.



PREGUNTA. Maestro, se habla de la fabricación de los Cuerpos, Astral, Mental y Causal, y también ¿por qué no del Búdhico y Átmico?



V.M. RABOLÚ. Atman es el Espíritu Divino, aquella chispa que llevamos dentro de nosotros; está hecha, no tenemos nada que hacerle y a la conciencia tampoco tenemos nada que hacerle. ¿No ve?, lo que tenemos que fabricar es el Causal para darle cabida a las otras dos fuerzas para que se posesione el íntimo con su Alma Divina y su Alma Humana.



PREGUNTA. El Cristo nace cuando ya están los Cuerpos hechos de Oro, o sea, ¿nace como un niño?



V.M. RABOLÚ. Él nace como un niñito y lo coge la Ley del Siete, él nace como un bebé chiquito y entonces desde ese momento lo coge la Ley del Siete a él, que cada siete anos se va manifestando con más fuerza, con más sabiduría; la Ley del Siete no se puede descartar ahí, la Ley del Siete opera. Cada siete años va manifestándose hasta que llega a la edad de los 42 años ya adulto, ya se manifiesta en todo su esplendor porque es que él sigue creciendo como cualquier niño, dentro de uno, de acuerdo al trabajo de los Tres Factores.



PREGUNTA. Cuál es el pago que le dan al Iniciado en la Segunda Montaña por todo ese sacrifico que hace, por todo ese trabajo que va haciendo, en la creación de cada uno de los cuerpos. ¿Cuál es el pago que le dan?



V.M.  RABOLÚ.  No  podríamos  definirlo  porque  son  muchísimos  pagos,  poderes, facultades, sabiduría, de todo; entonces se convierte en un Dios capaz de crear por medio del Verbo, entonces no podríamos especificar cuál es el pago porque son muchísimos, pagos.



PREGUNTA. Maestro, antiguamente las gentes pedían el Advenimiento del Cristo; ¿cómo se debe entender esa costumbre de los pueblos antiguos, tenemos que hacerlo?

V.M. RABOLÚ. Bueno, eso es cuestión ya religiosa; todas las religiones crean en la psiquis de la gente esa creencia, que no es más que una creencia vaga, eso es vago. Porque el Cristo nace de acuerdo a los Tres Factores; si no está trabajando con los Tres Factores para qué ponerse a perder uno el tiempo, a creer que el Cristo va a encarnar en uno.



Ahora, les voy a decir esto, que ningún Maestro de la Logia Blanca, incluyendo el Cristo, incluyendo el Espíritu Santo, se manifiesta a través de un vehículo ajeno; ellos tienen sus propios vehículos para manifestarse. Entonces un diablo, sí puede, asalta un Templo ajeno; un diablo sí lo hace y eso lo vemos a cada rato; pero un Maestro de la Logia Blanca nunca jamás va a asaltar, a tomarse un cuerpo físico para manifestarse a nadie. El Espíritu Santo, da el mensaje sin necesidad de incorporarse en ningún vehículo, da el mensaje. A veces se aparece en forma de paloma blanca, con la cabeza negra, figura de Anciano.



Hace unos 6, 8 meses, 1 año, no sé, estaba yo una noche aquí acostado, cuando veía yo la paloma que bajaba del Espíritu Santo, -yo la conocí-, revoloteó por encima, entonces yo entendí que era un mensaje y volvió y se subió en forma de embudo, ¡Runn!, como haciendo un caracol, ¡Runn!; luego entendí yo que era un mensaje para mí. Me salí de mi cuerpo,  me  fui;  sí  señor,  me  estaba  esperando  ahí,  el  Espíritu  Santo  para  entregarme sabiduría, porque él es un sabio completo, un sabio.



Entonces ellos se manifiestan así, en esa forma, pero no van a tomar un cuerpo físico para apoderarse  de  él,  ¡no!, eso  es  un  asalto  a  un  Templo  ajeno,  eso  no  lo  hace  ninguna Jerarquía.



PREGUNTA. Maestro, ¿esa paloma era física?



V.M. RABOLÚ. Se ve físicamente, pero con el Sexto Sentido, o sea el Sentido Espacial;

se ve como si fuera físico.



PREGUNTA. Maestro, usted nos dice que el Cristo nace como un bebé. Me gustaría saber si desde el momento que nace ya tiene toda esa sabiduría ¿o a medida que va creciendo?



V.M. RABOLÚ. Por eso lo coge la Ley del Siete, cada siete años va manifestándose con todo su esplendor, hasta que llega a la edad de los 42 años, cuándo es un adulto completo. Por eso lo coge la Ley del Siete.



PREGUNTA. Maestro, en la Tercera Montaña es recoger todas las partes de la Mónada;

¿aquí también recoge al Lucifer?, ¿lo recoge también?



V.M. RABOLÚ. Aquí va uno reduciendo. Por ejemplo ese trabajo de aquí, estas tres fuerzas primarias que llamo yo, que el Maestro no llama primaria a esto, yo le digo primario porque es la Primera Montaña, donde encarna uno tres fuerzas primarias; y aquí ya se cristalizan las tres Fuerzas Superiores, el Padre, Hijo y Espíritu Santo, y aquí se reduce a la Unidad...



Así es que la Mónada va recogiendo sus diferentes partes, hasta llegar a la Unidad.

PREGUNTA. Y ahí va, recoge también la...



V.M. RABOLÚ. Todo, todo. Ella se multiplica, se divide en la bajada y al empezar nosotros   a   ascender,   va   recogiendo   sus   partículas   hasta   que   llega   a   la   unidad conscientemente.



Ya  por  ejemplo,  ¿cuál  fue  el  fin  del  Absoluto  emanar  esa  creación,  por  ejemplo  las Mónadas de nosotros? El fin de bajar, se va dividiendo por partículas, cada partícula cumple una misión dentro de uno, a bajar, ¿para qué?, para adquirir la experiencia, porque esa Mónada sale inconsciente de aquí; entonces baja, es una experiencia. Al llegar aquí a las 48 leyes, vuelve a ascender si hace uno la revolución de la conciencia, pero entonces ya esta conciencia de bajada y de subida la lleva dentro de sí la Mónada.



Entonces es la Gran Conciencia, para poder hacer parte de la Gran Conciencia; de lo contrario sería inconsciente. Entonces nosotros bajamos y nos quedamos amañados acá abajo, no queremos ascender, y nos amañamos fue acá abajo en el mal, nos pareció mejor el mal.



PREGUNTA. Y qué determina Maestro, que una Mónada; sabemos que existe el libre albedrío, pero ¿qué determina que una Mónada busque la Maestría y otras no, cuando el origen es el mismo?



V.M. RABOLÚ. El origen es el mismo, pero usted sabe que... Usted tiene varios hijos, los manda al colegio a todos; a, unos les interesa llegar a adquirir un grado, a otros no les interesa y vuelven tan brutos como los mandó usted, vuelven tan brutos e ignorantes. Así pasa con esto, exactamente igual. Nadie les puede obligar a esas Mónadas que hagan la Revolución de la conciencia, nadie, porque nadie, eso es intocable; entonces les dejan a su libre albedrío. Entonces no les interesa, no les interesa.



PREGUNTA. ¿Cuál es la diferencia entre la Mónada y el Padre?, porque se dice que nuestro Padre interno es un Maestro.



V.M. RABOLÚ. Un Maestro, es el íntimo, Atman.



PREGUNTA. Entonces, ¿cómo se explica que la Mónada no tenga Maestría?



V.M. RABOLÚ. La Mónada tiene Maestría.



PREGUNTA. ¿En el caso de los que no les interesa?



V.M. RABOLÚ. Ah, no, ellos como que no gozan ni de conciencia; entonces ellos bajan a hacer una conciencia y como no les interesó, ¿qué conciencia van a adquirir?



PREGUNTA. ¿Podríamos decir que hay íntimos que son Maestros y otros Intimos que no son Maestros?

V.M. RABOLÚ. Todo íntimo es un Maestro, todo íntimo, sin excepción, ¿no?, les falta es hacer conciencia; esa es la diferencia que hay. Las Mónadas, unas adquieren la Maestría, o sea se liberaron, otras no; ambas son Mónadas pero en cambio la diferencia está en la conciencia.



PREGUNTA. ¿Unos Maestros con conciencia y otros Maestros sin conciencia?



V.M. RABOLÚ. Inconscientes, esa es la división o la diferencia que hay, es la Conciencia.



PREGUNTA.  Maestro,  yo  escuché  una  vez,  dizque  una  Esencia  quiere  trabajar  y  la

Mónada no le colabora, ¿las Jerarquías le obligan a la Mónada?



V.M. RABOLÚ. La Esencia cuando no quiere trabajar es porque la Mónada no le interesa la Maestría, entonces, una Esencia sola no puede trabajar, tiene que tener la influencia de la Mónada; que la Mónada es la que impulsa a sus diferentes partículas para lanzarlo a uno a la Revolución de la Conciencia. Si a la Mónada no le interesa, las otras partículas no les interesa nada. Eso es lo que decimos nosotros que mago negro ese, que no sé qué, no, esas son Mónadas que no les interesa la Maestría y ya.



PREGUNTA. ¿Sería correcto o necesario pedirle constantemente diariamente al íntimo que impulsara a la Esencia?



V.M. RABOLÚ. Los que estamos aquí, es porque a la Mónada le interesa la Maestría; si no les interesara la Maestría no estuviéramos aquí reunidos, tratando esto espiritual. La Mónada le interesa la Maestría y por eso están aquí. De modo pues, que no hay necesidad, sino pedirle a la Madre y al Padre fuerza, fuerza, porque fíjense ustedes que uno nunca debe pedirle cosas que no se ha ganado a la Jerarquía; uno pida fuerzas y teniendo fuerza consigue uno todo lo que necesite, pedir uno fuerza.



Eso, el Maestro Samael una noche, estando yo en México, nos fuimos a la Gran Cadena, ante el Logos del sistema solar. Cuando me tocó a mi pedir, yo no me puse a identificarme con la mente, porque sé que la mente es el ego y fuera a- pedir cosas absurdas; entonces yo me dirigí al Padre, al íntimo, para que Él pidiera. Entonces pidió fuerza, fuerza fue lo que él pidió y entonces me repite el Logos: "pide algo más, que te será concedido”; volví y apelé a mi Padre, no, silencio.



Lo que necesita uno es fuerza, eso es lo que necesita uno para caminar, es fuerza, es lo único que necesitamos nosotros; teniendo fuerza, tiene uno todo. Al otro día me dice el Maestro, en la mañana me dice: «¿por qué no pediste una ayuda económica, para que no sufras tanto en tu misión?. Le dije, vea: "yo no soy de los que mato un tigre y le cojo miedo a la piel; yo nací pobre y no le tengo miedo a la pobreza". La pobreza cumpliendo una misión uno, con mayores sacrificios, mayores méritos y uno asciende es por los méritos del corazón.  Entonces  entre  más  sacrificios  mejor  para  uno,  ¿no?,  porque  va  adquiriendo mayores méritos.



PREGUNTA. Maestro, aunque nuestras Mónadas sí tengan esa inquietud que sea por la

Maestría, ¿nuestras Esencias sí pueden desobedecer?



V.M. RABOLÚ. Ella impulsa y por eso es que ustedes luchan por aquí, por allí, porque la

esencia está luchando para impulsarlos a ustedes. Es que la Mónada impulsa a la esencia y la esencia entonces nos va pidiendo trabajo, aquello que llama uno como esa sensación que de buscar algo superior, es la esencia; entonces la esencia es la que está obedeciendo. Nosotros tenemos que obedecer es a esa inquietud de la esencia, es obedecerle a ella,



PREGUNTA. Maestro, ¿además de la fuerza necesita también sabiduría?



V.M. RABOLÚ. Teniendo uno fuerza, adquiere sabiduría' porque con esfuerzos llega uno a la sabiduría. La sabiduría hay que escalarla con muchos sacrificios y teniendo uno fuerza pues se escala, ¡sí!



PREGUNTA. Es el medio para llegar a la-sabiduría, ¿la fuerza?



V.M. RABOLÚ. La fuerza, ¡claro! Teniendo uno el valor suficiente, se juega uno lo que sea y llega a la sabiduría; de lo contrario no llega uno, porque cualquier pago que le va a hacer la Jerarquía a uno, necesita grandes sacrificios y para esos sacrificios tiene uno que tener fuerza. Entonces la fuerza es la base para nosotros.



PREGUNTA. A veces que se siente que no se siente el impulso de la Esencia y uno se desespera...



V.M. RABOLÚ. Mire, en nosotros existen los días y noches cósmicas; conforme hay días y  noches  cósmicas,  dentro  de  nosotros  también  pasamos  por  eso.  Cuando  hay  esos decaimientos que no se siente ninguna... porque está uno en una noche, está pasando uno por  una  noche.  Entonces  ahí  es  donde  tiene que  apelar  a  lo  que  dice  el  Maestro,  al "superesfuerzo", porque para provocar un nuevo amanecer dentro de uno necesita uno practicar, qué es lo que da a uno pereza, sueño, bueno, miles de dificultades, porque está pasando por una noche; que hay ese decaimiento en uno, que ni oye, ni ve, ni entiende, Es por eso, porque está pasando por una noche; entonces hay que apelar al super-esfuerzo que habla el Maestro, para poder superar y provocar un nuevo amanecer dentro de nosotros, que entonces ya viene la lucidez, el ánimo.



PREGUNTA. ¿Pero qué se podría hacer para no entrar en una noche?



V.M. RABOLÚ. Mire, para no entrar en una noche de esas, necesita ser uno una persona práctica, práctica, dejar uno la teoría, de una vez, "voy a practicar hoy esto, mañana voy a practicar esto"; siempre buscando que se sostenga ese día dentro de uno y no dejar entrar una noche.



Yo por ejemplo, yo no tengo esas noches, gracias a Dios; pasé por unas noches terribles que ni experiencias, bueno, ni oye, ni ve, ni entiende uno. Yo sé lo que es una noche de esas y cuando un estudiante se retira de la gnosis, es porque está en una noche, está pasando por una noche y con la noche, ahí se va, porque ya ve la gnosis como cualquier religión por ahí, cualquier cosa inventada. Entonces ese amanecer hay que mantenerlo uno, siempre dentro de uno y solamente se sostiene con la práctica.



PREGUNTA. Maestro, para hacer ese trabajo se requieren los méritos del corazón; ¿en

qué consisten esos méritos?



V.M. RABOLÚ. Mire, hay muchísimos méritos; todo lo que se consigue uno con esfuerzo, porque todo nos cuesta pero muchísimos esfuerzos, ahí va habiendo méritos, y un mérito del corazón muy importante, que lo debe tener uno en cuenta siempre es que el AMOR es un mérito. El Amor se alimenta con Amor. Nosotros tenemos una partícula de amor, pero nosotros servimos a la Obra, a la humanidad con amor, va creciendo esa partícula de amor dentro de uno; entonces ese es un mérito, que pocos lo tienen.



PREGUNTA. Maestro, cuál es la diferencia entre el íntimo, que lo tenemos en el corazón y el átomo que tenemos aquí en la raíz de la nariz; ¿también es un átomo del Padre?



V.M. RABOLÚ. Sí, sí también, un átomo del Padre, es que el Padre tiene diferentes partículas dentro de nosotros. Miremos, la Esencia, el íntimo, todos esos son partículas del Padre, que cada una cumple su misión dentro de nosotros.



PREGUNTA. ¿Y cuál es la misión de este átomo?



V.M. RABOLÚ. Ese átomo, pues la misión es mantenerse en contacto directo con el

Padre; por medio de la Intuición, se sostiene esa comunicación con el Padre.



PREGUNTA. Maestro, Atman, Budhi y Manas son desdoblamientos correspondientes al Padre, Hijo y Espíritu Santo; Atman corresponde al Padre, el Hijo corresponde a Manas ¿o corresponde al Búdhico?



V.M. RABOLÚ. Todos estos pertenecen al Padre. Son partículas que se dividen para prestarnos la ayuda necesaria, ¿no?, pero todas pertenecen al Padre, todas, sin excepción ninguna.



PREGUNTA. Cuando un Maestro se libera y entra en el Absoluto, ¿eso sirve dijéramos como alimento al Absoluto?



V.M. RABOLÚ. El Absoluto es la Gran Conciencia, la Gran Ley, porque entonces de ahí depende la Ley y depende todo; entonces uno va a formar parte de ese Absoluto, de esa Gran  Conciencia,  porque  esa  Gran  Conciencia  necesita  su  alimento,  entonces  es  otra Conciencia. Para eso venimos nosotros a liberarnos, para adquirir esa Conciencia para formar parte y alimentar esta Gran Conciencia, porque todo necesita un alimento.



PREGUNTA. Maestro, ¿es verdad que del Absoluto siguen otros mundos?



V.M. RABOLÚ. El Absoluto es la primera escala de la sabiduría, es la primera, porque la sabiduría es infinita. De ahí para arriba, qué imaginación o qué entendimiento podríamos nosotros tener para alcanzar uno a imaginarse qué sabiduría habrá de ahí para arriba; si no comprendemos ni siquiera aquí el Absoluto, mucho menos de ahí para arriba. Pero esa es la primera escala de la sabiduría.



Cuántos  Iniciados  han  llegado  a  la  liberación  y  han  seguido  estudiando,  Jesús  siguió

estudiando  y  muchos  lo  están  haciendo  de  ahí  para  arriba;  no  se  quedaron  ahí,  sino siguieron estudiando. ¿Qué estudian?, qué vamos a entender nosotros, ¿ah?



PREGUNTA. Maestro, yo le entendí al compañero, o sea, así como existe el planeta Tierra, Marte, Mercurio, Júpiter, cualquier planeta, el Absoluto es un planeta que está ubicado en algún lugar.



V.M. RABOLÚ. El Absoluto no es un planeta; no hay que confundirlo con planetas puesto que de él nacen los planetas.



PREGUNTA. Aquellas esencias que no se liberaron y que fueron al Absoluto sin tener la Maestría, y aquellos Maestros que sí se liberaron, ¿cómo ven esas esencias;                                        ¿digamos como hijos pródigos que no hicieron nada?



V.M. RABOLÚ. Como tener usted por ahí, como qué le digo yo, un bobito en su casa, un hijo suyo, un bobito, que no sirve para nada; así queda una Mónada de esas ante las otras, un bobito ahí, un residuo.



PREGUNTA. Maestro, ¿el Absoluto y el Sol Espiritual son la misma cosa?



V.M. RABOLÚ. El Sol Absoluto.



PREGUNTA. Se dice que hay un sol físico y un sol espiritual, que es el conjunto de todos..



V.M. RABOLÚ. El Sol Absoluto se le dice

Bueno, no nos alejemos tan de "tejas para arriba", vamos a ver qué es lo que tenemos que hacer nosotros aquí; pisemos aquí en el planeta donde estamos y qué tenemos que hacer para ir subiendo, porque nada hacemos con saber qué hay en el Absoluto y esas cosas ¿y nosotros qué?, ¿dónde estamos? Vamos a ver qué es el trabajo que tenemos que realizar nosotros para llegar al Absoluto, no qué hay en el Absoluto, sino qué es lo que tenemos que hacer aquí y ahora.



PREGUNTA. Qué es el problema más grande para comenzar la Iniciación...



V.M. RABOLÚ. Esto que les indiqué yo ayer son las puertas para entrar al Camino Iniciático, el trabajo psíquico, tal como les estoy enseñando, ese es, porque equilibra uno los Centros; cada Centro empieza a trabajar con su propia energía y el resultado es el cambio de la energía, de los colores, para llegar al rojo y entonces si empieza el Camino Iniciático de una vez. Esos son los pasos que hay que seguir, no hay otro Camino.



PREGUNTA. En la cruz, eso que usted nos ha comentado que se siente hasta la sangre correr...

V.M. RABOLÚ. Cuando se llega a la crucifixión, el dolor es exacto al físico, sea que cuando están clavándolo en la cruz, uno siente el dolor, hasta el corazón le duele a uno y siente uno correr la sangre y se ve correr la sangre como si fuera físicamente.



PREGUNTA.  Maestro,  se  tiene  entendido  que  uno  debe  apelar  siempre  a  su  Padre

Interno...



V.M. RABOLÚ. Cuando se apela al Padre o a la Madre, está apelándose a uno solo, porque el Padre y la Madre son, en síntesis... dependen del Padre de uno; entonces si usted le pide a la Madre, maravilloso y si le pide al Padre lo mismo; está dirigiéndose de todas maneras a esas partículas divinas dentro de nosotros.



PREGUNTA. Sin embargo en el terreno de la muerte, ¿es a la Madre a la que hay que pedir?



V.M. RABOLÚ. Porque la misión de ella es esa. El Padre da la fuerza a uno y la Madre es la Sabiduría, ella va trabajando en nosotros con Sabiduría,



PREGUNTA. Maestro, yo creo que una de las cosas que más nos tranca en todo esto es la fascinación con el mundo exterior, que por ejemplo se ve en una forma muy extrema por ejemplo en Alemania, todo esto que le llega a uno a través de los ojos y casi resulta...



V.M. RABOLÚ. Sí, se mecaniza todo, hasta el mismo trabajo de uno, todo se mecaniza.



PREGUNTA. Extremadamente mecánico y muy fascinante, y es una lucha terrible contra los sentidos, que se apegan a todo lo que se ve.



V.M. RABOLÚ. Bueno, yo les voy a dar una fórmula como actúo yo en ese campo. Por ejemplo esta grabadora es un artefacto de oro, que es lo máximo para nosotros ¿no?, de oro, me dicen: "mira, Joaquín qué belleza"; hombre, yo no le puedo decir que es fea, ¿no? "hombre sí, es bonita”, pero yo me voy a la síntesis de eso: ¿dónde está la verdad de esa grabadora? ¡No existe!, es un metal, que está sujeto al tiempo; entonces hace uno ese análisis y no se identifica uno con nada.



Vea lo que hizo el Maestro Samael conmigo en México en uno de los viajes que hice, me dijo: "Hoy vamos a pasear"; me dijo en la casa "vamos, a caminar" le dije: "bueno vamos". Desde que salimos de la casa fue fascinándome él a mí, fascinándome: "mira qué belleza, cuándo en Colombia has visto esto, que no sé qué»; "sí Maestro, sí Maestro" yo no le decía más. Llegamos a la Torre Latina, y me dice: "Vamos a subirnos por la escalera, piso por piso”, son 47 pisos me parece por ahí. Bueno, en cada piso pues hay bellezas de aquí del mundo, "mira qué belleza" que hasta vergüenza me daba porque la gente lo volteaba a mirar con esos gritos, porque a él no le importaba el qué dirán ni nada; "mira qué belleza, Joaco, que no sé qué", yo le decía: "sí Maestro, sí Maestro", y échele y suba y suba, hasta que subimos ya arriba, al último piso, ya pasamos a una azotea donde se divisaba la ciudad; yo no le discutía porque cuando él me decía “qué belleza", yo no le discutía y le decía "sí Maestro, sí Maestro", pero así.

Cuando llegamos allá, me dice: "dame tu concepto de esta gran torre, de este gran edificio, dónde lo ha visto usted en Colombia, que no sé qué, ni en sueños, no sé qué" me echó una perorata primero. "Dame tu concepto". Dije, vea Maestro, la Torre es bonita porque no se le puede decir que es fea, pero dígame, ¿dónde está la verdad de esta Torre, muéstremela? Si es que ahora mismo tenemos una Torre bonita, dentro de minutos puede estar en tierra este trabajo; ¿qué se hizo la torre?, ¿dónde está la verdad de la torre?, Muéstremela. Entonces me abrazó, porque todo el día duró bregándome a fascinar y no pudo, porque yo examino el objeto que estoy viendo como es, sí, como es, no voy a la apariencia, sino a buscar la objetividad de esa...



Todo lo vemos aquí es pasajero, son juguetes que nos pone la naturaleza para entretenernos a nosotros, para que no nos liberemos, pero todo está sujeto al tiempo, se formó dentro del tiempo; este pizarrón, vamos a suponer, muy bonito, desde el momento en que se hizo este pizarrón está sujeto al tiempo y el tiempo lo acaba, porque está sujeto al tiempo. Todo lo que está sujeto al tiempo, no es la verdad; es lo que está más allá del tiempo lo que existe, no es lo que está sujeto al tiempo. Entonces todo lo que vemos tridimensionalmente está sujeto al tiempo, son juguetes de la naturaleza que nos pone a nosotros para entretenernos como niños y nosotros de bobos nos entretenemos con esos juguetes que nos ponen, y se nos olvida llegar a la liberación, porque nos entretenemos aquí, como niños.



PREGUNTA. Maestro, hablemos de los objetos materiales, ¿los mismos seres humanos están sujetos al tiempo?



V.M. RABOLÚ. Hoy vemos una Miss Universo, una reina, está sujeta al tiempo; mañana o pasado es una vieja decrépita, ¿qué se hizo la belleza, dónde está?, que la demuestren, ¿no?, está sujeta al tiempo. Entonces, todo lo que está aquí tridimensionalmente está sujeto al tiempo, lo único que no está sujeto al tiempo es nuestro trabajo interior que hacemos, ese sí está fuera del tiempo; lo demás está sujeto al tiempo.



PREGUNTA. O sea ¿que se hace más fácil el trabajo de aquellas personas que sean humildes, que solamente tengan para comer, nada más?



V.M.  RABOLÚ.  Bueno,  yo  le  voy  a  decir  esto:  la  humildad  hay  que  adquirirla,  la humildad no viene por la pobreza; hay mendigos arrastrados y están llenos de orgullo, ¿no? Entonces no es por la pobreza la humildad; un pobre se ve humilde pero no es humilde. Denle plata a ese pobre para que vean cómo se vuelve, es puro orgullo; lo que pasa es que está humillado por la ley y por la vida, pero denle "alitas" a ese mendigo para que vea, cómo  se  vuelve,  es  más  cruel  que  cualquier  otro,  sí.  Entonces  la  humildad  hay  que adquirirla, ¿no?, hay que adquirirla, ella no nace porque sí.



PREGUNTA. Maestro, así como en la Primera Montaña el Iniciado pasa por pruebas, en la

Segunda Montaña las pruebas entonces serán mucho más.



V.M. RABOLÚ. Más sutiles, y más peligrosas, más sutil y más peligrosa.



PREGUNTA. ¿0 sea que la Logia Negra se le viene más encima?

V.M. RABOLÚ. SI, porque es que ya los demonios en otras dimensiones son más sutiles. Vamos  al  mundo  mental;  en  el  mundo  mental  ve  uno  un  Mahatma,  un  ser  allá supracendido, que habla de amor, de caridad, de fraternidad y es un demonio pero terrible, porque se disfrazan, se sutilizan más. Entonces es más difícil para uno, que lo único que no lo deja engañar a uno es la INTUICIÓN; ahí sí descubre uno el que- sea, donde sea, puede vestirse de santo, pero la Intuición no lo deja engañar a uno. Cuando recibió uno el golpe intuitivo, ya, Pilas porque hay "gato encerrado" como digo yo, porque el demonio habla de caridad, de fraternidad, de amor, de todo hablan; no lo practican pero hablan para engañarlo a uno. En el mundo mental hay mucho engaño, mucho, allá no se puede confiar uno sino tiene  que  estar  pegado  siempre  a  la  Intuición,  para  poder  descubrir  esos  elementos peligrosos.



PREGUNTA. Maestro, ayer nos hablaba de los "Dioses tentadores Nirvanis" del Nirvana, que nos tientan con la felicidad; ¿qué diferencia hay entre esa felicidad con lo que ellos nos intentan apartar del camino, a la felicidad del Absoluto?



V.M.  RABOLÚ.  Es  una  felicidad  por  el  camino  espiral;  hay  mucha  entretención,  de música, perfumes, alegría, pura alegría pasajera, que no es verdadera, eso no es verdadero. Es el modo de engañarlo a uno, para no dejarlo meter por el Camino Directo.



La noche que yo escogí el Camino Directo, el Maestro Samael no estaba ahí, salían todos los  grandes  Dioses,  que  uno  dice  que  Dioses,  a  invitarlo  por  el  camino  amplio, pavimentadito,   lleno   de   flores,   perfumes,   música,   y   mi   resolución   era   meterme directamente por el Camino; "que apártense de mí", me apareció mi familia, la mujer, los niños pequeños, "apártense de mí que yo sólo llegaré a mi Padre", porque uno no llega con la familia ni con el amigo ni con nadie, sino llega uno solo por sus propios méritos.



Entonces esa noche me salieron a tentar; yo era un revolucionario esa noche, yo no atendía nada ni a mi familia ni a nadie, ¿por qué? Porque el camino revolucionario es así, tiene que voltearle la espalda uno al mundo y a todo. Esa felicidad que le brindan los del Nirvana a uno, eso es pasajero, ¡eso no!, no lo conduce a nada, porque los del Nirvana, dan toda esa vuelta para llegar inconscientes al Absoluto, lo mismo que el que no tuvo espiritualidad ni nada; porque los del Nirvana no trabajan con los Tres Factores, escogen el camino amplio lleno de alegría, pero a la final es perder el tiempo, porque llegan al Absoluto las Mónadas inconscientes como salieron. Entonces no van a gozar de nada, entonces la felicidad qué se hizo, de que ellos hablaban desaparece.



PREGUNTA. ¿Maestro, su familia allí en el Nirvana eran los mismos Maestros?



V.M. RABOLÚ. No, mi familia, estoy hablando cuando yo fui a dar el paso, a meterme por el Camino Directo, apareció mi mujer y mis hijos a detenerme y las Jerarquías que llama  uno  del  Nirvana,  también  venían  a  atajarme  a  que  siguiera  el  camino  amplio, haciendo las veces de un demonio porque eso lo hace un demonio.



PREGUNTA. ¿No eran Jerarquías disfrazadas de su familia?

V.M. RABOLÚ. Del Nirvana, Jerarquías que por ejemplo: usted es un soldado aquí del ejército, un soldado raso, lo ascienden a cabo: "usted es un cabo de hoy en adelante", ¿pero no es el mismo soldado?, el mismo. Así pasa con los del Nirvana, grados que le dan así pero por darlos, pero el diablo sigue siendo el mismo ahí, el mismo. Por el camino del Nirvana no hay triunfos, no hay pagos, no hay nada, nada. 0 sea que no hay sino un solo camino el que lo lleva a la liberación, que es el Camino Directo; el Nirvana es perder el tiempo.



PREGUNTA. Maestro, aparte de las pruebas que nos ha nombrado desde ayer hasta ahora,

¿nos puede hablar un poquito sobre la prueba de la Enterradora?



V.M. RABOLÚ. La Enterradora por ejemplo es, cuando llega el Iniciado a pagar el pecado contra el Espíritu Santo; entonces tiene su esposa el Iniciado, pero la esposa no se presta para practicar la transmutación. Entonces queda, no puede conseguir otra porque cae en adulterio, la señora no se presta para la práctica, entonces queda manos arriba el Iniciado ahí; y ahí por ejemplo, cuando ya pasa esa prueba que ya le definen, ya le quitan la señora y le  aparece  la  otra,  la  que  podríamos  llamar  la  "Enterradora",  que  es  la  que  sirve  de instrumento para terminar su etapa el Maestro, es la que sirve como un instrumento.



Tal como le sucedió al Maestro Samael, exactamente igual y todo Iniciado tiene que pasar por eso, todo, porque todos debemos el pecado contra el Espíritu Santo, que es el pecado más grave, y ese pecado no lo va a pagar uno con Tres Factores; ese lo paga tal como lo hizo. Uno pecó contra el Espíritu Santo por el adulterio, entonces cuando llegue a pagar ese Karma, no puede adulterar porque se va de una vez a pique, se convierte en un demonio y no puede dejar a la señora, ni nada. Eso no tiene un lapso de tiempo determinado sino de acuerdo al Karma de uno se prolonga o es corto el trayecto. Pero es ahí donde le aparece la “Enterradora”, la que le sirve de instrumento al Iniciado para terminar su camino; ese es el cuento de la “Enterradora”.



Eso del Maestro Samael fue una cantidad de debates que hubo en el Tribunal, porque él tenía un lapso de tiempo de 3 o 4 años sin unirse sexualmente con la mujer, porque ella no servía o no se prestaba; cuando el Congreso en Guadalajara yo lo comprobé.



Entonces, en el Tribunal le decíamos al Maestro cogiera la otra mujer porque ya no había adulterio, ya tenía como 3 años de separación, ya no había adulterio, para que terminara su Obra. Entonces el Maestro le daba miedo que fuera a caer en un castigo, entonces se aguantaba y se aguantaba así sin nada, hasta que le apareció la Enterradora; y todavía apareció la Enterradora y sin embargo, no quería el Maestro porque le daba miedo, temor, hasta que tuvo el último debate que se hizo allá, estaba la esposa, la Enterradora y todo el Tribunal. Entonces se le ordenó al Maestro coger la Enterradora, ya era orden de la Ley y él como estaba temeroso, entonces lo amenazamos: Caería en un castigo terrible si no cogía la otra esposa para terminar su obra. Porque estaba estancado, él llegó ahí y no podía pasar, porque le faltaba terminar. Entonces esa noche, al fin lo obligamos, ¡obligado!



Entonces Doña Arnolda pasó los recuerdos pero muy vagos, ella se acuerda de que vio la otra, todo; entonces me llamó en la mañana y me dice: "Bueno, ¿qué pasó anoche?', entonces me tocó tirármelas de loco, y le dije: “yo no sé de lo que usted me habla"; (D.A.)

"no, qué definieron, qué hubo al fin con esa otra mujer, que no sé qué". Le dije: "pero usted me está hablando de una cosa que yo no sé", y me tocó tirármela de loco, porque ella me quería sacar; entonces le dije: “No, yo no supe qué pasó ni sé de qué me habla usted". Esa vez lloró doña Arnolda para que yo le dijera, y no, un secreto ahí se dice "ESCUADRA Y COMPÁS"; Escuadra y Compás es que no salga de boca de uno para nada; entonces ella se quedó, que fue cuando ya vino el proceso del Maestro.



Entonces cuando en Guadalajara, el Congreso, yo cité a Doña Arnolda porque el Maestro me había dicho de los 6 años que tenía de separación de cuerpos; entonces yo llamé a doña Arnolda en la suite donde estaba yo, para hablar con ella y yo he sido muy franco. Le dije: "Bueno, doña Arnolda, yo no voy, esto no es una conferencia ni mucho menos; quiero que usted me certifique lo que me dijo el Maestro. ¿Verdad que ustedes tienen seis años de separación de cuerpos? y me dijo: "Sí, realmente sí"; le dije: “Bueno eso era lo que necesitaba yo saber' porque ustedes saben que el ego de uno se mete en dudas; entonces eso fue una comprobación que hice yo ahí con ella, de que sí era cierto. Pero por ahí la gente, los estudiantes o las gentes que no conocen de esoterismo decían: “Que adúltero, que había caído en adulterio" y no, ahí no hubo adulterio, ahí no hubo ningún adulterio.



Antes él lo hizo obligado, porque ya nos te fuimos encima a que terminara su Obra; sí, él fue obligado que lo hizo, porque hubo amenaza contra él, severamente castigado si no cogía la otra señora, que es la Enterradora, para terminar su Obra. ¿Está entendido?



Pregunta: Maestro, el Camino es tan largo, Tres Montañas, nosotros todos luchando por entrar a la Primera...



V.M. RABOLÚ. Pero vea cómo se les facilitó de corto el trayecto ahora, para empezar por la... cortico, verdaderamente es corto, muy demasiado corto.



PREGUNTA. Maestro Rabolú, uno puede pedir al Ser Interno de uno, o al Padre Interno que le muestre el Camino en una Experiencia interna con puntos y comas?



V.M. RABOLÚ. Yo lo hice, pero fue como le dije, como un privilegio que tuve yo por la Misión que iba a cumplir; mientras uno no vaya a cumplir Misión así especial, no es capaz. Yo por ejemplo, les hablo de todo esto hasta el Absoluto, porque yo lo investigué, que el mismo Maestro Samael me dijo: "Yo he luchado varias veces y no he podido", porque a mí como me tocaba terminar esta obra del Maestro Samael, pues tenía investigar. Y la misma noche que Escogí El Camino, me metí al Absoluto esa misma noche investigué todo El Camino, todo El Camino lo investigué. Que entonces hablando yo con el Maestro Samael me dice: "El primero que lo hace, porque yo he luchado y no he podido, llego al "Anillo no se pasa", y hasta ahí he llegado yo, de ahí no he podido pasar", y yo llegué al "Anillo no se pasa" y con pura Voluntad y Fe penetré y al pasar uno del "Anillo no se pasa", pues ya está prácticamente en el Absoluto, pero uno no entiende el Absoluto. Yo vi la belleza, la felicidad, todo, me paraba, miré para abajo, veía a las tinieblas completas; allá la Blancura y aquí las tinieblas... y yo sabía que no me podía quedar allá, sino que yo tenía mi Misión era aquí entre las tinieblas y me vine a plena Voluntad, me vine y yo sabía que no me podía quedar allá porque no iba a gozar de la felicidad Absoluta porque no había muerto en sí, entonces, mientras haya el ego, no puede gozar uno de esa felicidad; para gozar de la

felicidad tiene que Morir el Cien por Cien. Entonces yo me vine, me tiré y me vine para la oscuridad, aquí se ven las tinieblas completas; entonces yo esto que les estoy explicando me lo conozco paso a paso, cuarta a cuarta todo.



PREGUNTA. Cuántos años, por ejemplo, mínimo digámoslo así...



V.M. RABOLÚ. No metan nunca... el tiempo no cabe en la parte Esotérica; el tiempo lo ponemos nosotros por actividad o inactividad. Puede ser muy corto si uno es valiente, entonces uno hace el tiempo, uno lo hace; nunca se les ocurra ir a meter la parte del tiempo dentro de la parte Espiritual porque no cabe. Ahora, el tiempo no existe, se puede negar;

¿cuál tiempo me hablan?; si usted tiene tiempo véndame un pedazo de tiempo, ¡es que no existe!



¿Nosotros qué somos? Estamos sujetos a eso que factor tiempo que llamamos nosotros, que años, que meses, que no sé qué, que siglos, pero eso es cuestión mental de nosotros; nosotros vivimos dentro de una Eternidad, pónganmele bien cuidado, -que esto lo sostengo y con lógica-, vivimos dentro de una Eternidad y somos fenómenos, desaparecemos y aparecemos  dentro  de  una  Eternidad,  los  fenómenos  dentro  de  esa  Eternidad,  somos nosotros que aparecemos y desaparecemos.



Figúrense, mueren millones de personas en un momento. ¿El tiempo se paraliza?; el tiempo sigue, vuelven y aparecen y el tiempo sigue su marcha, porque vivimos dentro de una Eternidad; los fenómenos somos nosotros que aparecemos y desaparecemos. El tiempo se puede negar y nadie le puede mostrar a uno el tiempo.



El reloj, ¿quién lo hizo? La mente humana, que para medir el tiempo, ¿por qué? porque perdimos las facultades que teníamos, porque nosotros vivíamos dentro de una Eternidad; al perder esa facultad, apelamos a la mecánica que es el reloj.



PREGUNTA. ¿Pero en lo interno también tienen relojes, hay algunos relojes?



V.M. RABOLÚ. Del tiempo, allá en el Tribunal, cada uno tiene su reloj, y el planeta en sí tiene su reloj, un solo reloj para todo el planeta.



PREGUNTA. ¿Uno puede ir allá a investigar su propio reloj?



V.M. RABOLÚ. Cuando sean llamados a cuentas, miren el reloj que corresponde a ustedes y según la hora así le toca el castigo o está pasivamente favorecido, según la hora. Si está en la hora 13, vea, "Chicharrón"; la 1 allá es la hora 13, “chicharrón".



En noches pasadas, estábamos trabajando allá, cuando llegó el Maestro Samael y vio el agite en el Tribunal, todo el mundo en acción. Entonces yo salí a atenderlo, me dice: "bueno, y esto qué es, ¿es diario?" le dije: "esto es diario", (V.M.S.) "¿y por qué?" le dije: "mire el reloj". Entonces ya faltan son minutos para llegar a la hora del planeta; entonces ese es el agite que hay. Le dije: «Mire el reloj, la hora que está marcando, acerque la máquina para que vea que ya no quiere trabajar". Entonces ahí es la definición.

PREGUNTA. En realidad que los relojes particulares están igual que del planeta, ¿también acercándose a la hora 13?



V.M. RABOLÚ. Sí.



Bueno, vamos a dar ya por terminado por esta noche, me perdonan porque es que me siento cansado.